
Tatsuso, uno de los restaurantes más míticos de Londres, y con fama de ser de los más caros de la City, se ha convertido en la última víctima de la crisis financiera, que le ha forzado a cerrar sus puertas y acabar así con toda una era de lujo exclusivo en Reino Unido.
El establecimiento, del que decían los entendidos que era "casi prohibitivo" (un mínimo de 80 libras, cerca de 100 euros, por comensal), entró en quiebra en mayo, al no poder asumir unos compromisos financieros que ascendían a 338.000 libras (más de 390.000 euros), según la firma encargada de su liquidación, Arkin & Co.
El cierre de Tatsuso marca el fin de los días del boom de las grandes cuentas de gastos de las compañías y entretenimientos fastuosos para clientes exclusivos. El establecimiento, del que se decía que vendía la mejor comida japonesa de la capital británica, estaba en Broadgate, cerca de las oficinas de grandes firmas como Icap, UBS y (antes de su mudanza al barrio financiero de Canary Wharf y de su colapso) Lehman Brothers, según la web financiera Financial News, de Dow Jones.
Tatsuso no es el único restaurante de lujo que está sufriendo la crisis. Hace una semana, se conoció que Gordon Ramsay, uno de los chefs británicos más reputados, tuvo que poner dinero de su bolsillo hace unos meses para salvar de la quiebra su cadena de restaurantes. Otro icono del lujo londinense, Vivat Bacchus, afirma que en el último año nadie ha pedido su menú especial degustación, que asciende a nada menos que 1.000 libras (alrededor de 1.200 euros)