Colonial tiene nuevos planes para su filial de centros comerciales, Riofisa, tras llegar a un nuevo acuerdo con los bancos acreedores sobre la reestructuración de la deuda. Antes, la inmobiliaria quería vender a su hija predilecta. Ahora, ha decidido descolgar el cartel de Se Vende y quedarse con ella, pero sin otorgarle un trato preferente.
Por eso, Colonial <:CAR.MC:> ha echado el freno al plan de expansión de Riofisa. Según han confirmado fuentes próximas al grupo, la situación actual del mercado ha obligado a la empresa a rediseñar el plan estratégico de su filial para acometer tan sólo un 25% de la inversión que había previsto en un principio.
Frente a los 2.000 millones de euros que Colonial iba a destinar inicialmente a la promoción de centros comerciales, la empresa se ha comprometido al final con sus acreedores a invertir como mucho unos 500 millones de euros. Esta reducción se debe a que la compañía rompió recientemente la alianza con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para construir y promover ocho centros comerciales en un conjunto de estaciones de ferrocarril.
De acuerdo con las fuentes consultadas, el objetivo de Colonial pasa, por un lado, por desprenderse de forma progresiva de distintos centros con el fin de hacer caja y amortizar deuda. En esta línea, y tal y como informó elEconomista el pasado 26 de junio, la compañía acaba de traspasar a Corio, por ejemplo, una de las joyas de la corona: el centro comercial Príncipe Pío, en pleno corazón de Madrid.
El importe de esta operación asciende a un total de 126,5 millones de euros, lo que supone un ratio de rentabilidad (conocido como yield) del 7,5%.
Por otro lado, la idea de la inmobiliaria, controlada por el Banco Popular (POP.MC) y La Caixa, es seguir con los pocos proyectos pendientes, es decir, acabar las obras que tiene a medias en varios complejos para abrir sus puertas o para venderlo.
Renegociación de la deuda
En septiembre del año pasado, cuando Colonial negoció con la banca la refinanciación de su abultada deuda, adquirió varios compromisos de desinversión. El objetivo era desprenderse de las participaciones que tenía en FCC y parte de la de patrimonialista francesa SFL (ya cerradas), además de activos no estratégicos y "la venta total o sustancial de activos de Riofisa, la filial de centros comerciales".
No obstante, la inmobiliaria, que preside Juan José Bruguera y cuenta con el asesoramiento del banco de negocios Lazard en la refinanciación, ha descartado ahora esta última opción, ya que las ofertas que había recibido por su filial no superaban sus perspectivas económicas y lo que tiene claro es que no va a malvender Riofisa porque eso pasaría factura a sus cuentas.
Firmas como Sonae, Carrefour Property, Carlyle o la propia Corio han estudiado el cuaderno de venta de la promotora de centros comerciales, pero al final parece que han apostado más por activos individuales. Con una deuda de 500 millones de euros, Riofisa cuenta con una mezcla singular de centros comerciales y parques en promoción, de díficil encaje en su conjunto en cualquier operador europeo. Aunque el principal problema de esa compañía es que tiene mucho suelo para construir, por lo que el comprador debe inyectar bastante liquidez para que salgan adelante esos centros.
Bajo la falta de pretendientes con buenas propuestas económicas, Colonial contó con el apoyo de sus principales bancos acreedores para "colaborar en la búsqueda de soluciones alternativas" a la venta de Riofisa.
Acuerdo con los acreedores
Colonial sigue avanzando, mientras tanto, en la nueva ronda de negociación con sus acreedores. El consejero delegado de la empresa, Pere Vinyoles, aseguró el pasado martes en Barcelona, durante la celebración de la junta anual de accionistas, que la inmobiliaria ha alcanzado un principio de acuerdo con los cuatro principales bancos acreedores (Royal Bank of Scotland, Calyon, Eurohypo y Goldman Sachs) para poner en macha un plan de recapitalización de la sociedad.
El diseño de la operación no está terminado todavía, aunque lo más probable es que se trate de una nueva emisión de bonos convertibles por valor de más de 1.000 millones de euros. Colonial había propuesto una aportación directa de capital, pero las entidades prefieren bonos que son más fáciles de negociar en el mercado.
La idea de los principales directivos de la inmobiliaria es reducir la deuda a través de la venta de inmuebles. Pero no todos los activos entran en ese saco, los inmuebles que están alquilados son los que se quedarán en la cartera de Colonial porque serán los que aseguren la entrada de ingresos recurrentes en las arcas de la sociedad.
Bajo esta filosofía, la compañía contará con edificios de oficinas principalmente situados en las zonas céntricas de Barcelona y Madrid, además de la participación del 33% de SFL.