
El escaso atractivo de los depósitos a plazo fijo, afectados por los tipos de interés a la baja, sitúan de nuevo en el foco a los estructurados, que aunque arrastran la desconfianza del cliente por los estragos de la crisis, ganan terreno en la cartera de las entidades.
No hay semana, de estas últimas, que alguna entidad de nuestro país no ofrezca un nuevo depósito... estructurado o combinado, como quieran llamarlo. Se trata de aquellos que ofrecen una remuneración fija para un porcentaje del capital, que suele ser de la mitad, un 60 o un 40%, y otra pendiente de la evolución de una cesta de acciones o índices bursátiles.
El momento es ideal y de eso se valen nuestros bancos y cajas para la venta de estos productos: desde su mínimo, en marzo, la bolsa ha recuperado un 40% de su valor. Y a falta de depósitos tradicionales por los bajos tipos de interés (hoy se remuneran en torno a un 2%), se sitúan como alternativa para los perfiles conservadores.
Similar funcionamiento para todos
Porque, es lo primero que hay que decir, el capital está asegurado en un 100%, en la mayoría de ellos. Veámoslo con una de las últimas incorporaciones del mercado, el Eurolíder de la Kutxa, que invierte una parte del capital en cuatro valores, Telefónica, France Telecom, Enel y E.ON. Pasados tres años, y si la revalorización de las acciones se sitúa por encima del 100%, la remuneración puede ascender al 15%. Si supera el 80%, el cliente gana en este caso un 5%. Si no alcanza este nivel, o se mantiene en el mismo, el capital se devuelve tal y como se depositó.
El resto de depósitos estructurados que conviven en el mercado siguen una mecánica similar. El Satisfacción de Caja Laboral, referenciado a acciones; el Gacela de Caja Navarra, referenciado al euribor a doce meses; los dos depósitos Inversión de Caixa Terrassa, referenciados al euribor a doce meses o al Ibex 35... la lista es extensa.
Más insólito es el de Caja Madrid 2016, cuya remuneración, referenciada al euribor, se incrementa en un 1% adicional... si Madrid gana su candidatura olímpica.
Pero cuidado, porque no todos estos depósitos garantizan en su totalidad esa parte de la remuneración, digamos variable.
El Combinado Inversión de Deutsche Bank está pensado para perfiles algo menos conservadores, ya que la remuneración de los productos en los que invierte parte del capital (seguros de vida-inversión y otros) está sujeta a la evolución de éstos.