
Esta vez es Canadá. Allí han fijado sus ojos tres grandes compañías de infraestructuras españolas para diseñar, construir y gestionar la autopista A-30 de Montreal, que enlazará esta ciudad con el sur del país y, desde ahí, con Estados Unidos. Una interesante vía rápida que ha despertado el interés de Ferrovial, aliada con su filial Cintra, ACS y Acciona.
Las dos primeras han unido fuerzas con RBC Marchés des Capitaux, Simard-Beaudry, Teknika HBA y Michel Virlogeux. Las otras dos, en cambio, han preferido unirse para conseguir la nueva carretera de peaje. ACS (ACS.MC) acude al concurso con su filial constructora, Dragados, y con Iridium Concesiones de Infraestructuras (antigua Dragados Concesiones). Por su parte, Acciona (ANA.MC) se ha presentado con las filiales constructoras y de infraestructuras. Además, las compañías presididas por Florentino Pérez y José Manuel Entrecanales, respectivamente, cuentan con el respaldo de Groupe Axor y Arup Canadá.
Otros dos consorcios también han acudido al concurso. Uno está capitaneado por el banco australiano Macquarie (socio de Ferrovial <:FER.MC:> en varias concesiones) y el otro por Lavalin.
En febrero, se conocerán los finalistas
El pasado 8 de noviembre, el Gobierno de Montreal abrió este concurso, cuya fecha límite para presentar candidaturas era el miércoles pasado a las 15 horas canadienses (madrugada española del jueves). Durante el próximo mes, se analizarán todas las ofertas y el 16 de febrero se dará a conocer el nombre de los finalistas, con el objetivo de adjudicar la concesión al ganador en la próxima primavera.
La autopista A-30 se trata de un proyecto público-privado valorado en 600 millones de euros. A cambio, el vencedor diseñará, construirá y gestionará la concesión durante los próximos 35 años.
Pero la importancia de este contrato no radica sólo en las cifras económicas, sino también en su sentido estratégico. Para ACS y Acciona supondría la entrada en el virgen mercado de las concesiones canadienses. Para Ferrovial y Cintra, en cambio, supondría consolidarse en el país, donde posee la única autopista privatizada: ETR 407 de Toronto. Un auténtico gigante que, a cierre de 2006, representa entre el 36 y el 38 por ciento de la cifra de negocio de Cintra.