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El Gobierno de Minsk pide abrir un "diálogo energético" con Bruselas

Moscú, 17 ene (EFECOM).- El Gobierno de Bielorrusia ha aprobado el inicio de un "diálogo energético" con la Unión Europea (UE), anunció hoy en Minsk Román Romanovski, consejero de la misión bielorrusa ante los Veintisiete.

"La iniciativa de abrir el diálogo energético pertenece al Gobierno de Bielorrusia, que la ha presentado en virtud del gran interés que este campo representa para la cooperación entre Minsk y Bruselas", dijo el diplomático a la prensa.

Agregó que el Gobierno bielorruso ya ha enviado sus propuestas a Bruselas y "ha recibido el visto bueno de la Comisión Europea para cooperar en el campo de la energía".

"El acuerdo de principio de ambas partes de emprender un acercamiento en el ámbito energético es muy importante", subrayó Romanovski, citado por la agencia rusa Interfax.

El diplomático precisó que Bielorrusia propone a Bruselas un dialogo bilateral similar al que la UE mantiene con Rusia y Ucrania.

Eludió concretar las propuestas de Minsk, sobre las que dijo que aún deberán ser concordadas por expertos de ambas partes, pero señaló que Minsk está interesado en fuentes de energía renovables y tecnologías de ahorro, entre otras cosas.

Preguntado sobre los plazos para iniciar y llevar a cabo ese "diálogo energético" con Bruselas, Romanovski aseguró que la parte bielorrusa "emprenderá todos los esfuerzos posibles por no perder tiempo y conseguir un avance dinámico de esa cooperación".

El abastecimiento energético se ha convertido en un problema clave para la economía de Bielorrusia después de que Rusia haya dejado de suministrarle gas y petróleo a precios subvencionados y le impusiera a partir de este año unas "tarifas de mercado".

Moscú y Minsk protagonizaron en los primeros días de este año un conflicto por los precios del petróleo similar a la "guerra del gas" ruso-ucraniana de principios de 2006 y que, al igual que aquella, interrumpió por tres días el suministro de crudo ruso a Europa.

La economía bielorrusa creció un 9,9 por ciento en 2006, "milagro económico" que tiene los días contados tras duplicar Rusia el precio de su gas -de 46 a 105 dólares- e imponer un arancel a los derivados del petróleo ruso que Minsk vende a los países europeos.

Aunque la tarifa del gas ruso para Bielorrusia sigue siendo la más baja entre todas las repúblicas ex soviéticas, en cinco años se habrá equiparado a los niveles europeos (por encima de los 200 dólares).

Por de pronto Minsk pagará este año mil millones de dólares más por el gas ruso, cifras que afectarán principalmente a la inflación y, por consiguiente, a los precios, las pensiones -hoy más altas que en Rusia- y el desempleo (1,5 por ciento), el más bajo de Europa del Este.

Al mismo tiempo, Moscú prometió mantener una serie de descuentos a Minsk durante varios años y el presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que Rusia seguirá suministrando a su tradicional aliado 5.800 millones de dólares en subsidios, cifra que representa más del 40 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) bielorruso.

Gracias a los precios subvencionados de los hidrocarburos rusos, el autoritario presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, pudo hasta ahora mantener en su país un modelo soviético de economía planificada, centralizada e inmovilista.

Por otra parte, Lukashenko, considerado "el último dictador de Europa", afronta la tarea de normalizar sus relaciones con la UE, que junto con Estados Unidos ha impuesto a Bielorrusia una serie de sanciones y la ha excluido del régimen de preferencias comerciales.

La UE en mayo pasado congeló los bienes y fondos de Lukashenko y de otros 35 altos funcionarios bielorrusos, por su responsabilidad en el fraude cometido en las elecciones presidenciales del pasado 19 de marzo y la represión contra la oposición democrática. EFECOM

si/jla

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