Empresas y finanzas

La tortilla de la discordia, el sustento de los mexicanos pobres

Raúl Cortés

México, 13 ene (EFECOM).- Por ser el sustento de los más pobres y el combustible de los obreros y campesinos, la reciente subida del precio de la tortilla de maíz en México podría convertirse en un serio dolor de cabeza para el presidente, Felipe Calderón.

No es descabellado afirmar que de los 103 millones de mexicanos, los 50 millones que se calcula que viven en la pobreza dependen casi tanto de este producto como del aire que respiran, lo que contradice uno de los refranes más populares del país: "A falta de pan, tortillas".

La sentencia popular puede resultar válida para la clase media y alta, pero no para los más desfavorecidos.

Meterse con ese pieza redonda, plana y fina en tierras mexicanas es casi como hacerlo con la Virgen de Guadalupe, la selección nacional de fútbol y, por lo menos hasta hace poco, con el mismísimo presidente de la República.

Este producto económico, sabroso y nutritivo es originario de las sociedades precolombinas y se puede ingerir de mil formas distintas.

Como taco, quesadilla, flauta, burrito, y hasta en sopa, todo cabe en la tortilla y con ella todo combina.

La más característica es la de maíz blanco, pero también se consumen las de maíz amarillo, azul y negro, y las de trigo, aunque en menor medida.

"Es un alimento cultural de extraordinaria importancia en México", afirmó a Efe Edgar Vázquez, director del Instituto de Nutrición Humana, de la Universidad de Guadalajara (oeste).

Su contenido en proteínas y grasas es bajo, explicó el experto, pero en cambio es muy alto en hidratos de carbono, lo que la convierte en una gran fuente de energía.

Además, dijo Vázquez, es el "complemento ideal" del fríjol, producto de bajo costo, ya que "hace que la proteína de esta legumbre mejore su calidad biológica".

El fríjol, el arroz, el nopal (tipo de cactus), el chile (picante) y hasta la papa son sus principales condimentos entre los menos pudientes.

"Sólo de vez en cuando le pongo carne", admitió sin complejos a Efe en Ciudad de México Hermenegildo Rebollo, un aparcacoches de 64 años y padre de cuatro hijos, después de comprar un kilo de tortilla.

El producto le ha costado en la tortillería 10 pesos (90 centavos de dólar), mientras sus ganancias diarias oscilan entre los 80 y 100 pesos.

Con las cerca de 30 unidades que salen de esa compra podrán comer en un día tres personas, ni una más.

Para el tortillero Bonifacio Castañeda, que fijó esa nueva tarifa el lunes pasado, no había otra forma de lograr un margen de beneficio aceptable, ante el incremento del costo de la masa de maíz que adquiere de los molinos para hacer este alimento.

El aumento del kilo de la tortilla fue de cerca del 11 por ciento durante el año pasado y del 70 por ciento en los últimos seis años.

Se calcula que una familia de cinco miembros requiere de cerca de 2 kilos diarios para subsistir, es decir, una inversión de unos 20 pesos, mientras el salario mínimo nacional es de 50 pesos al día, lo que representa la ruina en un hogar donde únicamente trabaje el padre o la madre.

El Gobierno de Calderón ha justificado la situación por la subida del precio internacional del maíz, debida a que parte de la producción de ese cereal en Estados Unidos, suministrador de México, se destina a elaborar etanol, un biocombustible alterno a los carburantes tradicionales.

Para el director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productos del Campo (ANEC), Víctor Suárez, el fenómeno tiene que ver con la especulación en el sector, causada, dijo, por un oligopolio de las multinacionales Maseca y Cargill.

También culpa a Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que entró en vigor en 1994 entre México, EEUU y Canadá.

"Antes del TLCAN un salario mínimo alcanzaba para comprar 25 kilogramos de tortilla, y hoy sólo se pueden comprar cinco", denunció Suárez.

Desde entonces, agregó, México ha pasado de importar de 2 millones a 10 millones de toneladas anuales de maíz estadounidense, cuando la producción mexicana es de 22 millones.

El dirigente sostiene que el bloque comercial ha dado como resultado el desmantelamiento de la industria mexicana y la creciente dependencia del maíz estadounidense, pese a ser México el cuarto productor mundial del cereal.

El Gobierno de Calderón ha anunciado la importación de 650.000 toneladas de maíz blanco para abastecer al mercado interno y forzar la reducción del precio del producto, ante la controversia suscitada y las primeras amenazas de manifestaciones en las calles. EFECOM

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