Al banco de inversión suizo UBS se le acumulan los problemas. La entidad no sólo falsificó la firma de un inversor en los contratos de fondos estructurados, tal y como adelantó ayer elEconomista, sino que además ha estado comercializando en España productos de inversión como garantizados, cuando en realidad no lo estaban.
El banco, que se enfrenta ya a las quejas de varios clientes, tiene sobre la mesa una denuncia ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Banco de España: la que ha presentado la sociedad Stardust Sicav, cuya firma falsificó. UBS estableció en los contratos hasta seis condiciones distintas a las que había pactado inicialmente. En la primera de ellas se establece que el nominal no estaba garantizado al vencimiento, cuando al cliente le habían explicado que sí que iba a ser así.
Además, en el contrato falsificado, el administrador de la sicav reconoce supuestamente, que "parte de la documentación recibida podría haberme sido entregada en inglés, idioma que conozco y comprendo perfectamente". El problema es que él niega tajantemente haber dicho nunca eso, y asegura que, al contrario de lo que se dice, no habla inglés.
Condiciones
Pero no sólo es eso. En el contrato se deja muy claro que "el resultado del producto está sujeto a un riesgo en relación con el comportamiento del Euro Stoxx, por lo que se recomienda la inversión en el mismo a inversores familiarizados con los mercados de renta variable". Y la sicav mantiene, sin embargo, que "los productos estaban ligados a la evolución en el mercado de determinados bancos y empresas, lo cual demuestra también que esos contratos son falsos".
El informe que han elaborado los peritos grafólogos, y que está analizando ahora la CNMV, ha dado ya la razón, de hecho, a esta sociedad de inversión. Meynel&Asociados, la firma que se ha encargado del peritaje concluye en todos los casos analizados, tras comprobar las firmas con el DNI, el pasaporte, el carnet de conducir y otros documentos del administrador de la sociedad, que existen diferencias en las rúbricas que prueban que éstas no han sido realizadas por la misma persona.
La sicav que ha denunciado el caso mantiene que el banco no sólo incurrió en un presunto delito por falsificación en documento mercantil, sino que además llevó a cabo un asesoramiento punible. UBS recomendó a la sociedad el pasado mes de septiembre que vendiera los productos estructurados tras la fuerte caída de los mercados, lo que hubiera supuesto perder alrededor de 1,2 millones de euros, la mitad de lo invertido.
Vencimiento
El problema es que los fondos no vencían, según los casos, hasta 2012 o 2013. Y lo más grave es que, según la denuncia, UBS llevó a cabo "una disposición y venta de valores, que ha supuesto unas pérdidas de 222.257 euros, sin nuestra autorización ni conocimiento".
El banco suizo, que está sufriendo fuertes pérdidas y atraviesa una situación financiera muy delicada a nivel mundial, podría ver ahora como las cosas se complican no sólo ante una posible sanción por parte de la CNMV, sino sobre todo, ante la posibilidad de que el caso llegue a los tribunales.