Empresas y finanzas

Elevados precios de la gasolina obligan a pensar en "verde"

César R. Díaz

Detroit (EEUU), 8 ene (EFECOM).- La presión de los elevados precios de la gasolina, los productos de sus rivales japoneses y el cambio del gusto de los consumidores han provocado que los fabricantes estadounidenses se planteen con seriedad la producción de vehículos alternativos.

Hoy, durante la segunda jornada del Salón Internacional del Automóvil de Norteamérica (NAIAS) que se celebra en Detroit, Honda confirmó que para el 2009 venderá en Estados Unidos un pequeño coche familiar híbrido, una tecnología en la que es líder junto a otra compañía japonesa, Toyota.

John Mendel, vicepresidente para Operaciones Automovilísticas de Honda en Estados Unidos, se limitó a repetir la fecha sin ofrecer más detalles del vehículo pero su jefe, el consejero delegado de Honda, Takeo Fukui, reveló en una entrevista a "Newsweek" que el nuevo híbrido será una versión ampliada del Insight.

Mientras que el Insight es un biplaza que se vende en pequeñas cantidades, el nuevo híbrido -que combina motores de combustión con eléctricos- será capaz de acomodar a cinco adultos y Honda quiere que sea una opción viable para el estadounidense medio.

Fukui afirmó que "la tecnología híbrida es muy poderosa y ha probado su eficacia para reducir el consumo. No vamos a cejar en nuestros esfuerzos".

La idea de Fukui y Honda es plantar cara a Toyota, que en los últimos años les ha superado a la hora de comercializar con éxito la tecnología híbrida.

Ayer, el vicepresidente ejecutivo del grupo Toyota en Estados Unidos, Jim Lentz, también afirmó que su empresa no va a dejar de presionar con la tecnología híbrida.

Lentz señaló que la producción del Prius, el primer vehículo de Toyota exclusivamente diseñado como híbrido, creció un 50 por ciento en 2006 y que en 2007 la empresa nipona planea vender 250.000 híbridos sólo en Estados Unidos.

En Detroit, como novedad, Toyota sólo se ha traído el prototipo FT-HS, un deportivo que combina un motor de gasolina en V6 y un poderoso motor eléctrico, en lo que es llamado híbrido paralelo porque ambos motores pueden funcionar por separado o en tándem, para generar un máximo de 400 caballos de potencia.

Pero Toyota tiene un agresivo plan de expansión de la tecnología híbrida a sus modelos convencionales en el corto plazo, a la vista del éxito de las ventas de vehículos como el Prius o el Camry híbrido, que pasa por una sustancial mejora de las baterías para reducir aún más el consumo de gasolina.

Es este éxito, y la caída paralela de las ventas de sus vehículos, lo que ha obligado a General Motors a dar un giro de 180 grados en su estrategia.

Hace sólo cuatro años, GM terminó con la experiencia del EV1, un vehículo totalmente eléctrico que se convirtió en un símbolo -de lo bueno y lo malo del sector- para los ecologistas.

En los años 1990, la compañía invirtió alrededor de 1.000 millones de dólares en el desarrollo del EV1 pero en 2002 el consejero delegado de GM, Rick Wagoner, decidió terminar el programa, algo que el propio directivo ha calificado como el mayor error que ha cometido.

Ahora GM quiere recuperar el terreno y tiempo perdido con el Chevrolet Volt. Wagoner ha señalado que el Volt no es un coche híbrido porque el pequeño motor de combustión que tiene, de sólo 1 litro de capacidad, no servirá para impulsar el coche sino para recargar las baterías que operan el motor eléctrico del vehículo.

El motor de combustión puede ser tanto de gasolina, como de biodiesel, etanol o incluso hidrógeno y, según los cálculos de GM, puede que nunca tenga que ser utilizado por el usuario medio, ya que las baterías pueden ser recargadas simplemente enchufando el Volt a la red eléctrica.

El único problema es que, según Wagoner, para que el coche entre en producción necesita que se produzca una significativa mejora en la tecnología de las baterías de litio-ion, lo que no se producirá antes de 2010-2012.

Ford también tiene previsto producir un prototipo similar al Volt.

De los grandes fabricantes de automóviles en Estados Unidos, sólo DaimlerChrysler se mantiene más callado en el frente de los vehículos híbridos pero el Grupo Chrysler está padeciendo su excesiva dependencia de vehículos con elevado consumo por lo que recientemente llegó a un acuerdo con el fabricante chino Chery.

El acuerdo, aún por recibir la aprobación final de los accionistas, supondrá que Chery fabricará un pequeño vehículo de reducido consumo -que el Grupo Chrysler no tiene- para venderlo bajo la marca estadounidense en Norteamérica y Europa. EFECOM

crd/mv/rjc

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