
Las autoridades francesas han registrado en las sedes de Natixis, Caisse d'Epargne y Banque Populaire en el marco de una investigación sobre la difusión de información falsa a sus accionistas. Según han indicado fuentes judiciales, los registros se han llevado a cabo después de recibir una denuncia de 90 minoritarios.
En concreto, estos 90 pequeños accionistas acusan a las entidades de "difusión de información engañosa, presentación de cuentas inexactas, reparto de dividendos ficticios y presentación de balance falso".
En su querella del 20 de febrero, los minoritarios denunciaron las condiciones de la salida a bolsa de Natixis, de la que Banque Populaire y Caisse d'Epargne controlan el 70%, en diciembre de 2006.
En este sentido, la presidenta de la asociación de defensa de los accionistas minoritarios (ADAM), Colette Neuville, ha manifestado que presentaron la denuncia "porque hemos recibido unas 3.000 quejas de víctimas, de gente que se quejaba de que Banque Populaire y Caisse d'Epargne les habían propuesto ser accionistas de Natixis y que lo habían perdido todo".
Los títulos del banco, que debutaron en el parque francés a 19,55 euros, se cambian hoy por debajo de 1,50 euros.
En 2008, la institución registró unas pérdidas récord de 2.800 millones de euros, a las que han seguido los números rojos del primer trimestre de 2009, periodo en el que perdió 1.839 millones. Estos resultados han obligado a la Caisse d'Epargne y a Banque Populaire, que se encuentran en pleno proceso de fusión, a inyectar en su filial unos 3.500 millones de euros.
En menos de un año, Natixis ha recibido más de 9.000 millons de euros, de los cuales 4.000 millones proceden directamente del Estado galo.