
Bielorrusia, país por donde transita el 22% del gas ruso destinado a Europa Occidental, no acepta el drástico aumento de los precios del gas decretado por Rusia. Además, su mensaje es claro: Gazprom no podrá usar los gasoductos que pasan por sus tierras si no se llega a un acuerdo antes de Año Nuevo.
"Somos interdependientes. Si no tenemos un contrato de suministro de gas doméstico Gazprom no tendrá un acuerdo de tránsito", dijo el martes por la noche el viceprimer ministro bielorruso, Vladimir Semashko, tras regresar de sus fallidas conversaciones en Moscú. "Creo que Gazprom debería dar una señal y venir a Minsk. Ahora es su turno".
Semashko no dijo si Bielorrusia estaba dispuesta a interrumpir todo el transporte de gas a través de su territorio. Por su parte, Gazprom señaló el martes que la última ronda de conversaciones con Bielorrusia sobre los precios de 2007 había acabado sin acuerdo y añadió que los consumidores de Europa occidental estaban a salvo, ya que había almacenado suficiente gas en Alemania y Austria para estar prevenido ante posibles cortes.
Según publica Novosti, Semashko afirma que el ejecutivo de Gazprom, Alexey Miller, le había llamado por teléfono y propuesto firmar el contrato a partir de las condiciones acordadas anteriormente - un precio de US$75 por cada mil metros cúbicos a partir de enero de 2007 y la cesión del 50% de la empresa Beltransgaz, evaluada en cinco mil millones de dólares - pero cuando la delegación bielorrusa arribó a Moscú, se le presentó una oferta diferentes. Con todo, el funcionario bielorruso rehusó dar más detalles al respecto.
Gazprom, el mayor productor de gas del mundo, suministra una cuarta parte de las necesidades gasísticas de Europa. Este nuevo enfrentamiento por el precio del gas se produce un año después de un conflicto similar ocurrido a fines de 2005 entre Rusia y Ucrania, por donde transita el 78% del gas ruso hacia Europa. Esa crisis, que duró varias semanas, afectó el aprovisionamiento normal de los mercados europeos.