Empresas y finanzas

Airbus y Boeing entran en barrena y sus pedidos caen a cifras del año 1994

  • Airbus: 11 encargos tras 19 cancelaciones
  • Boeing, ventas en negativo

Las ventas de aviones de los gigantes mundiales de la aeronáutica han tocado fondo. Para encontrar unas cifras tan malas como las que han registrado Airbus y Boeing en los primeros cuatro meses del año hay que remontarse a 1994.

Tras echar cuentas, el fabricante con sede en Toulouse ha logrado de enero a abril 11 encargos, ya que a los pedidos contabilizados de 30 unidades hay que restarles las cancelaciones de 19 aviones. Algo peor le ha ocurrido a su rival de Chicago. Su comanda en el primer cuatrimestre (las últimas cifras oficiales son hasta el 5 de mayo) se ha quedado en menos 1 aviones, tras restar 59 anulaciones a 58 ventas.

Aunque portavoces de ambas empresas quisieron restar importancia a estas cifras, lo cierto es que no se ha visto nada tan alarmante desde 1994, cuando Boeing (BA.NY) sólo logró14 pedidos en ese periodo. En el caso de Airbus, la empresa presidida por Tom Enders no ofrece datos por meses, pero ese ejercicio se tuvo que conformar con 125 aviones encargados. El problema lo tuvo en 1993, al contabilizar sólo 38 contratos.

Afectados por la crisis

En esos años, la industria aeronáutica estaba afectada por la crisis económica surgida tras la Guerra del Golfo. El precio del petróleo se incrementó un 25% en 1994, por encima de los 16 dólares, y el negocio de las aerolíneas se hundió. En la crisis actual, los precios del petróleo se han contenido en 2009, pero la espectacular caída del tráfico de pasajeros en todo el mundo ha dañado a las aerolíneas. Según datos de IATA (la Asociación Internacional del transporte Aéreo), se prevén unas pérdidas para el sector de 4.700 millones de dólares (3.500 millones de euros). Esta espectacular bajada afectará a las renovaciones de flota que ya tenían programadas las aerolíneas.

Los preocupantes números no afectarán de manera inmediata a las plantas de producción, pero sí que pueden obligar a replantear ritmos de entrega, como ya ocurrió el pasado martes con el A380. Airbus se ha visto obligada a fabricar con una cadencia más lenta su superjumbo, con capacidad para 555 pasajeros, ante la falta de pedidos.

A fecha de hoy, la cartera de pedidos de Airbus y Boeing rondan los 3.600 aviones cada una, lo que le asegura una carga de trabajo sobre el papel de un mínimo de cinco años. El peligro es que las anulaciones aumentan cada vez más y que parte de estos encargos son de programas de aviones nuevos, que todavía no se han lanzado a competir en el mercado.

Es el caso del A350 XWB de Airbus y del 787 Dreamliner de Boeing. El primer avión tiene comprometidos 478 pedidos hasta 2008 y el 787, que tiene previsto su primer vuelo para este trimestre, ha alcanzado 853 unidades. El problema llega este año. Ante la paralización de pedidos, la viabilidad de estos programas se pone en entredicho. En cuatro meses, el A350 sólo ha registrado un nuevo encargo de 5 aviones de Kingfisher Airlines, pero también ha recibido el mismo número de cancelaciones. El 787 ha tenido peor suerte: los ocho aviones pedidos por Gulf Air no han podido compensar las 57 anulaciones. Airbus y Boeing podrán darse un pequeño respiro en el segundo cuatrimestre gracias a la Feria Aeronáutica de Le Bourget, donde siempre se anuncian grandes contratos.

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