Japón pagará 3.000 euros a cada emigrante brasileño o peruano que abandone el país. Con esta medida, hostil con los inmigrantes, pretende combatir la coyuntura económica. Es un error luchar contra la crisis cargando contra estos colectivos.
Japón pagará 3.000 euros a cada emigrante brasileño o peruano que abandone el país. Con esta medida, hostil con los inmigrantes, pretende combatir la coyuntura económica. Es un error luchar contra la crisis cargando contra estos colectivos.