Empresas y finanzas

Sector automotriz se enfrenta con gobierno por medidas fiscales

México, 14 dic (EFECOM).- El poderoso sector automotriz mexicano expresó hoy su "rechazo total" a dos iniciativas fiscales del presidente, Felipe Calderón, que considera inhiben el crecimiento de la industria y le ocasionarán pérdidas millonarias.

La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) y la Industria Nacional de Autopartes (INA) unieron fuerzas para rechazar lo que consideran un "grave error" del equipo económico de Calderón, que a su juicio afectará a uno de los impulsores más importantes del desarrollo en el país.

La primera medida fiscal que objeta la industria, que deberá ser primero aprobada por la Cámara de Diputados, es la que busca disminuir el monto deducible de impuestos en la adquisición de vehículos que realizan las empresas, de 150.000 a solo 300.000 pesos (de 13.760 a 27.520 dólares).

El secretario de Hacienda de México, Agustín Carstens, calcula que con esta modificación se recaudarán 500 millones de pesos (45,8 millones de dólares), y el Gobierno asegura que la medida no afectará el consumo de automóviles de lujo, que ahora no serán objeto de deducción de impuestos.

Sin embargo, el presidente de AMDA, Andrés Ocejo, aseguró hoy que el 53 por ciento de los vehículos que se venden en México se encuentran en el rango (150.000 a 300.000 pesos) sobre el que se pretende eliminar la deducción, y que no corresponden a vehículos de lujo sino a automóviles tradicionales, camionetas de reparto y pasaje y "pick up" (camión ligero de cuerpo abierto).

Solo el 3 por ciento de los vehículos comercializados en México corresponden al segmento de lujo, y el uno por ciento al de autos deportivos, del total de 529.434 automóviles que se vendieron en el país entre enero y noviembre de 2006, indicó.

En este sentido, Ocejo manifestó que la medida afectará especialmente a las pequeñas y medianas empresas que se valen de estos vehículos y calificó como "falso" que se pretenda inhibir solamente, como argumenta el Gobierno, la deducibilidad de vehículos de lujo.

Por su parte, el presidente de la AMIA, César Flores, se mostró "bastante preocupado" por la modificación tributaria y aseveró que los cálculos de la industria apuntan a que se dejaran de vender a las empresas unos 100.000 automóviles, lo que podría cobrarse entre 4.000 y 5.000 empleos.

Subrayó que el mercado nacional se encuentra estancado y que la propuesta del Gobierno motivará más a quienes deciden adquirir vehículos usados importados de EEUU, los cuales se caracterizan por su "obsolescencia" y aporte a la contaminación, y de los que se venden más unidades en México ahora que autos nuevos.

Los industriales se oponen también al proyecto del Gobierno, que busca modificar el llamado Impuesto al Activo (IMPA).

Antes las empresas restaban de sus activos el total de sus deudas y sobre el resultado aplicaban una tarifa del 1,8 por ciento para calcular el IMPA que debían pagar.

Ahora el Ejecutivo plantea reducir la tarifa del 1,8 al 1,5 por ciento, pero quiere que se aplique a los activos totales, sin restar las obligaciones crediticias de las compañías.

Ocejo calificó el gravamen como "confiscatorio" y explicó que la industria del automóvil, la de autopartes (piezas de reparación) y los distribuidores trabajan con "grandes inventarios".

Si no se les permite restarlos a la hora de pagar el IMPA "simple y sencillamente nuestras empresas no podrán pagar el impuesto", concluyó. EFECOM

jd/jla

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