Empresas y finanzas

Economía/Finanzas.- Los retrasos en los pagos crecen un 2,2% en el último año, hasta los 83,6 días

MADRID, 13 (EUROPA PRESS)

Las empresas españolas tardaron una media de 83,6 días en hacer frente al pago de sus facturas durante el segundo semestre de 2006, lo que supone un incremento del 2,2% respecto al mismo periodo de 2005, según revela el estudio 'Índice de riesgo otoño 2006' realizado por Intrum Justitia.

El estudio demuestra que los consumidores son los que menos tardan en efectuar sus pagos, con una media de 65 días, frente a los 83,6 días que se retrasan las empresas y los 114,6 días de media de las administraciones públicas, que son las que más se retrasan.

Asimismo, el informe pone de manifiesto que en el segundo semestre del año todos los grupos aumentaron la demora en sus pagos, lo que representa un incremento acumulado de 2,7 días en los últimos dos años.

Según la firma, este comportamiento puede causar efectos muy negativos en la liquidez en las empresas, hasta el punto de que una compañía que facture 20 millones de euros al año llegue a tener una necesidad de capital circulante adicional de 150.000 euros por estas demoras.

Además, hasta 8 de cada 10 empresas reconocen tener "graves problemas" de liquidez mientras que un 39% carecer de financiación suficiente para hacer frente a sus proyectos empresariales, y un 12,6% alberga "serias dudas" sobre los efectos de los impagos sobre su futuro empresarial.

En cualquier caso, la tasa de pérdidas por impagados se redujeron un 14,3%, al pasar de una tasa del 2,8% en otoño de 2005 a un 2,4% en el mismo periodo de este año, aunque España está lejos de la media comunitaria (1,9%), y de Finlandia o Italia, que presentan las tasas más bajas de impagados, por debajo del 1%.

Hasta un 19% de las empresas españolas reconoce haber aplicado la suspensión de entregas en los últimos dos años, tras un promedio de 79 días después del vencimiento de la factura emitida. Los motivos de esa suspensión están relacionadas con el importe total de las facturas impagadas, el límite de crédito del cliente y también la acumulación de días de retraso en el pago.

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