A las siete de la mañana del 21 de abril de 1992 el conductor de Renfe Alfredo Durán puso en marcha la locomotora del primer AVE que circuló entre Madrid y Sevilla, a donde llegó dos horas y cuarenta y cinco minutos después tras recorrer 470 kilómetros. El primer viaje comercial en una línea de alta velocidad en España. Treinta años después, en un acto de conmemoración de aquel trayecto inaugural, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, celebró la efeméride como "uno de los acontecimientos en la historia reciente de nuestro país, (...) cambió la imagen de España", y anunció que este año la red nacional alcanzará los 4.000 kilómetros, lo que supone poner en servicio 272 nuevos kilómetros en los próximos ocho meses. Hay obras en marcha por valor de 11.500 millones de euros y el compromiso de movilizar hasta 2025 otros 12.000 millones.
Aquel primer viaje de hace 30 años llevó aparejadas inversiones de 3.250 millones de euros. "Ahora nadie duda de la rentabilidad, aunque en aquella época hubo quien lo criticó como un despilfarro", dijo la ministra. A día de hoy se han invertido ya 57.000 millones de euros en alta velocidad, con un total de 3.728 kilómetros en servicio. El 70% de la población española tiene a mano una estación para viajar en un AVE, indicó Sánchez.
La red española es actualmente la segunda más extensa del mundo, solo por detrás de la China. Aunque no logra superar la barrera de los 4.000 kilómetros, reto que se han venido marcando distintos gobiernos.
Por los más de 3.700 kilómetros actuales de red circulan 229 trenes que llevan pasajeros a 39 ciudades. Si entre Madrid y Sevilla, en 30 años, han viajado más de 84 millones de pasajeros, el total de la red ha dado servicio a 465 millones de viajeros.
Tras haber logrado conectar Galicia a la red en diciembre pasado, Adif trabaja ahora para unir el norte y sur del país sin necesidad de cambiar de tren en Madrid, por el túnel entre Atocha y Chamartín; el inicio de la conexión extremeña; la unión entre Venta de Baños y Palencia; y obras en Murcia. Son los tramos previstos este año para alcanzar los 4.000 kilómetros de los que habló ayer la ministra.
Para más adelante quedan las variantes de Orense y Pajares, los tramos vascos y el Palencia-Santander, seguir con la vía hacia Extremadura, el corredor mediterráneo litoral, la línea a Barajas y las conexiones transversales.
Todo en torno a la alta velocidad es grandilocuente. En la celebración de ayer en la estación sevillana de Santa Justa la ministra recordó las palabras del ministro que inauguró el AVE, José Borrell, que llegó a comparar esta obra con la ingeniería del túnel del Canal de la Mancha (en Sierra Morena el trazado exigió 32 viaductos y 12 túneles).
El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, destacó por su parte la importancia estratégica de la decisión del gobierno de Felipe González de hacer el AVE a Sevilla antes que a Barcelona, y señaló la aportación del tren al turismo y a los negocios. Posteriormente, en otro acto, consiguió el compromiso de la ministra Raquel Sánchez para una reinvidicación histórica de la ciudad: la conexión ferroviaria entre Santa Justa y el aeropuerto.