
Durante este verano, los expertos empezaron a debatir sobre la posibilidad de que los coches voladores se convirtiesen en una realidad en 2024. Sin embargo, a medida que pasaban los meses, empresas como Airbus aceleraban este proceso con el lanzamiento de su 'taxi volador', o Klein Vision, con su AirCar, un deportivo que se convierte en avión en tres minutos. Como era de esperar, Tesla no podía faltar a esta cita.
Adam Jonas, analista de Morgan Stanley, quien sigue de cerca cada paso de la empresa de Elon Musk, asegura que no queda nada para que Tesla surque los cielos.
De hecho, el experto sentencia diciendo que la posibilidad de que el fabricante de coches no acabe entrando en el mercado de eVTOL, avión eléctrico de despegue y aterrizaje vertical, es totalmente remota.
Este área podría recibir el nombre de 'Tesla Aviation'
Jonas considera este avance como el "tercer acto" de la obra del gigante de los coches eléctricos, que recibiría el nombre de 'Tesla Aviation'. Una evolución lógica de Tesla, teniendo en cuenta una serie de factores.
En primer lugar, los gobiernos están fomentado la creación de iniciativas ecológicas que descongestionen las carreteras de automóviles con motor de combustión. Esto genera un mercado idóneo, no solo para los coches eléctricos, sino para cualquier vehículo alternativo que aborde este problema.
Por otro parte, Morgan Stanley estima que la demanda total del mercado eVTOL en EEUU podría alcanzar los 12.000 millones de dólares para 2030. Una cifra que aumentaría hasta los 9 billones para 2050, impulsada la necesidad de aviones de corto alcance que no funcionen con combustible.
Una necesidad que Tesla podría satisfacer, dada la posibilidad de transferir conocimientos y tecnología de lo que Jonas define como "Muskconomy", las otras compañías del magnate, lo que facilitaría la fabricación de estos vehículos. En concreto, la opción de incluir a SpaceX en la ecuación se torna realmente vigente.
Tesla tendrá que abordar ciertos problemas para lanzar un eVTOL al mercado
Como punto de partida, cabe destacar que, tal y como recuerda el ex director general de United Airlines, Oscar Muñoz, a Yahoo Finance, estos vehículos no son helicópteros, son utilitarios reales que podría usar un particular, por lo que su adopción en la sociedad podría ser mucho más sencilla.
No obstante, para ello, esta industria tendrá que enfrentarse a una serie de problemas que complicarán en gran medida la integración en el día a día de las personas. De hecho, el mayor problema no está en la capacidad tecnológica, sino en las necesidades regulatorias que un vehículo de estas características exige.
El mayor problema radica en que los gobiernos todavía no son capaces de aportar un nivel de seguridad suficiente como para que estos 'aviones' surquen el espacio aéreo urbano. No obstante, tal y como asegura Hugh Martin, CEO de Lacuna Technologies, una compañía que ayuda a las ciudades a crear políticas de transporte, las administraciones de gran parte del planeta ya están comenzando a crear una regularización.
El problema legal se hace más notable cuando se atiende a preguntas como dónde despegarían y aterrizarían estos vehículos, o por dónde volarían para no molestar a otros aviones.
Además, también hay que responder al enorme ruido que los eVTOL generan al arrancar verticalmente. Un problema que debería encontrar solución, ya que su desempeño se realizaría en áreas urbanas y no en zonas apartadas, como los aeropuertos.
Por último, hay que añadir una 'x' más a la ecuación. El factor más importante a la hora de entender por qué todavía estos vehículos no se han extendido por todas las ciudades, cuando ya existe una tecnología que lo haría posible, es el precio.
Los costes de fabricación de los eVTOL, por el momento, son demasiado altos, lo que repercutiría en el precio final que tendrían que pagar los consumidores, algo que impediría que la mayor parte de la población pueda disfrutar de uno.