Controlar la temperatura de la caldera, programar la lavadora o poner música en casa. Todo ello a través del móvil. Estamos cada vez más familiarizados con los Smart Home. Es decir, con los hogares inteligentes.
También con el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), con los dispositivos conectados. Se calcula, en base a datos de la firma de analistas de la industria tecnológica Transforma Insights, que en 2030 habrá más de 25.400 millones de dispositivos conectados en todo el mundo mediante el IoT. En 2020, había 8.740 millones.
La penetración en España de la domótica, los dispositivos con los que automatizamos nuestra vivienda, alcanza ya al 11% de los hogares, de acuerdo con datos de 2021 del portal de estadística Statista. Las cámaras y otros sistemas de seguridad son uno de los principales impulsores de su crecimiento. Un porcentaje que se prevé que aumente considerablemente en los próximos años gracias al desarrollo de la tecnología y a que será, a su vez, más accesible para las personas.
Gestión inteligente del hogar
Una de las grandes ventajas de las Smart Home es que pueden favorecer la eficiencia energética en los hogares. Establecen el encendido y apagado de ciertos electrodomésticos cuando realmente se necesitan, ponen en marcha la calefacción de forma inteligente, programan la iluminación para que se active donde de verdad se precisa,… En definitiva, se optimizan los recursos que tenemos a nuestro alcance.
En esta gestión inteligente del hogar, podemos encontrarnos a un gran aliado en el coche eléctrico. En concreto, en sus baterías ya que, si están preparadas para la carga bidireccional, tanto para recibirla como para entregarla, pueden dar servicio a los hogares de sus usuarios, lo que se conoce como Vehicle-to-Home, o incluso a la red, Vehicle-to-Grid. Esto se traduce en que la energía almacenada en la batería del vehículo se puede emplear para alimentar al hogar o a la red en vez de destinarla a mover el coche.

Los sistemas Vehicle-to-Home permiten almacenar en la batería del coche energía generada por fuentes renovables como la solar. Una persona que ya conoce los beneficios de usar su coche eléctrico para suministrar energía a su hogar es Laurentino Gutiérrez, delegado en Castilla y León de la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos (AUVE), que forma parte de un programa de data-testing. Utiliza la batería del coche para alimentar su casa cuando lo cree más conveniente. "Me permite independizar la generación del consumo. Ésa es la mayor ventaja, que no dependo de la generación instantánea de mis paneles fotovoltaicos o de la red eléctrica", afirma. En horas punta, tira de la instalación fotovoltaica que tiene instalada en casa y, cuando no hay sol, de la batería de su vehículo. En horas valle, cuando la factura de la luz sale más económica, es cuando carga el coche. De esta forma, no consume energía de la red en horas punta.
Y el ahorro que está obteniendo con ello es considerable. Antes de poner los paneles solares, su factura de la luz era de unos 200 euros al mes. Con ellos, descendió a unos 80 euros al mes. "Con el Vehicle-to-Home, esos 80 euros al mes se han convertido en 20, que es el término fijo. O sea, mi consumo neto con las redes es cero", subraya. A veces consume de la red, pero lo compensa.
Los Sistemas de Gestión Energética (EMS) son los encargados de controlar el proceso Vehicle-to-Home. "Aprenden cuáles son nuestras costumbres, nuestros usos diarios de la energía, y son capaces de estimar cómo vamos a demandar esa energía en el hogar a lo largo del día", aclara Javier Aríztegui, gerente de Transición Energética y Movilidad de Repsol. Lo hacen basándose en algoritmos de Inteligencia Artificial (IA). En función de ese aprendizaje, ajustan en qué momento la batería del vehículo carga de las placas fotovoltaicas que se tengan instaladas o suelta energía para el suministro de algún consumo que haya en el hogar, para un electrodoméstico, por ejemplo. La idea es optimizar el consumo, ser eficientes y además reducir nuestra huella de carbono.
Agrupados en las llamadas Virtual Power Plants, los EMS también controlan el proceso de ofertar energía a la red a través Vehicle-to-Grid. En este contexto, Repsol está desarrollando un dispositivo que agrega sistemas EMS para que operen como si fueran una sola entidad en el mercado eléctrico, suministrando energía o disminuyendo la demanda de sus clientes, respetando en todo momento las necesidades de cada consumidor.
Tecnología preparada
La tecnología está preparada y se está trabajando en su despliegue a medio plazo. Si bien, de momento, sólo el estándar japonés de recarga rápida, CHAdeMO, viene con esta posibilidad integrada de serie de Vehicle-to-Grid. Sin embargo, Gutiérrez matiza que el europeo está evolucionando y que "de aquí a dos o tres años, serán compatibles". Héctor David Rodríguez, secretario de la AUVE, está de acuerdo en que todo lo que ofrecen estos sistemas son ventajas, tanto para los usuarios, que no tendrían que comprar otro tipo de baterías para el hogar, ahorrándose esa inversión, como para las compañías eléctricas, para poder compensar problemas puntuales en el suministro de la red eléctrica. Considera que se podrían beneficiar todas las personas con un punto de recarga vinculado en su casa. Lo que reclama es que los cargadores compatibles disminuyan su coste para hacerlos accesibles al usuario y que se implementen en la tecnología que ahora mismo es estándar en Europa.