ING coronó un 2021 récord en beneficio y captación de clientes en España y Portugal de la mano de un mayor pulso comercial y pese a los tipos negativos. Logró un resultado neto de 182 millones de euros, que rebasó en un 114,11% los 85 millones de 2020 y se quedó a un 2% de cifras preCovid, y sumó 307.000 nuevos clientes a la cuenta nómina, hasta alcanzar los 4,2 millones.
"Nos sentimos preparados para ser el banco del futuro", expuso su consejero delegado, Ignacio Juliá, tras indicar que fue un año de "aceleración" gracias al empuje a la digitalización que ha traído la pandemia. Auguró que los bancos líderes serán aquellos "capaces de tener una relación personal y digital con los clientes", y con un modelo "muy eficiente" para "gastar menos para dar un servicio mejor a clientes".
Con números refirió que ING ha captado en clientes "tres veces más de lo que crecía hace 10 años" -101.000 clientes nuevos en 2010-, y 2,8 millones de los usuarios son transaccionales. La cuenta mejora porque la actividad comercial crece a doble dígito y logró unos ingresos récord de 776 millones, con una rentabilidad ROE del 12% frente al 7,4% del ejercicio previo.
Por negocio, desglosó que el margen bruto aumentó un 12%, hasta esos 776 millones, con expansiones del 25% en el generado por la banca mayorista, del 24% en inversión y del 21% en hipotecas y seguros, aunque cayó un 5% en préstamos al consumo y el 7% en depósitos. Este año espera que el mejor escenario economómico y las subida de tipos ayude a batir las cifras de 2021.
La entidad copa el 4% del mercado hipotecario y un 3% en financiación al consumo, aunque la nueva producción supera el 6%. En depósitos, tiene a 14.000 clientes pagando comisiones por la Cuenta Naranja al mantener saldos superiores a 30.000 euros sin cumplir el criterio exigido de vinculación. Cuando anunció la medida afectaba al 14% de los clientes y la buscó para alentar esa vinculación.