
El año 2021 fue convulso para AstraZeneca por los problemas que hubo al principio con la vacuna. Ahora, negocian su fármaco contra el Covid con el Gobierno.
¿Por qué no se entregaron las vacunas en el periodo previsto?
Hemos entregado más de 250 millones de dosis a nivel europeo y en España más de 28 millones. Nuestro compromiso con España es de 32,5 millones de dosis para el primer trimestre de 2022 y ya falta muy poco. Cuando empezó todo, AstraZeneca no estaba en el área de vacunas, aprendimos al mismo tiempo que lanzábamos una solución a la pandemia. El proceso para fabricar nuestra vacuna tarda tres meses desde que empieza hasta que llega a los almacenes. Lo que pasó al principio es muy sencillo. Nosotros teníamos colaboradores que hacían el ingrediente activo de la vacuna y esperábamos que nos dieran un rendimiento más alto del que recibimos. Al cabo de unos meses todo empezó a ir bien, pero al principio no. Eso provocó que no pudiéramos entregar la vacuna en el tiempo al que nos habíamos comprometido. Nuestro contrato refleja "los mejores esfuerzos", porque se sabía que siempre pueden producirse retrasos. En el acuerdo en Bélgica (con la Comisión Europea) se ve que AstraZeneca entregó y va a entregar sus compromisos. Esa parte de la historia fue dura pero no cambiaría nuestra pasión y resiliencia para poder arreglar la situación, poniendo la vacuna en el mercado sin ánimo de lucro.
Su compañía incurrió en retrasos pero no fue la única. Sin embargo, sí que fueron los más señalados. ¿Cree que hubo algo más?
En aquellos momentos había mucha histeria. Todos queríamos una solución. Es cierto es que hubo momentos en los que pensamos: ¿por qué nosotros? Pero no perdimos mucho tiempo en eso, había mucho que hacer. Lo que sí sé es que cada organización que se dedicó a esto, y enhorabuena ante todo, sufrió retrasos. Había otras empresas que se podían mojar y no se mojaron, y son expertos en vacunas. Durante 2021, Pfizer y AstraZeneca fueron las que más entregaron, nosotros en segundo lugar. Como reflexión hoy, todo se arregló y cerramos 2021 con éxito. El presidente del Gobierno agradeció a AstraZeneca el papel en la donación de vacunas.
En Europa se percibió que se priorizó a Reino Unido. También es cierto que la vacuna es de Oxford...
Es que hay que conocer cómo empezó todo. AstraZeneca se encontró con la Universidad de Oxford, que tenía una solución. Cuando la profesora Sarah Gilbert (responsable de la vacuna) estuvo en España dijo que tenían que encontrar un compañero que fuese capaz de hacer el suministro a nivel mundial de la vacuna sin ánimo de lucro. La compañía que ellos esperaban que llegase no fue y la que llegó fue AstraZeneca. En ese momento llegamos con cosas ya negociadas entre Oxford e Inglaterra y otros países. Nosotros respetamos esos contratos, no favorecimos a nadie. Nos comprometidos a escalar la vacuna a nivel mundial. Hay historias que se fabricaron, pero hay también firmas y contratos. A finales de 2021 todo está mucho más claro, y la propia Oxford dice que AstraZeneca ha superado los objetivos que tenían.
"Sin ánimo de lucro fueron los 2.500 millones de dosis de vacuna. Un compromiso que ninguna otra compañía ha tenido"
También tienen un medicamento contra el Covid que está siendo evaluado por la EMA. ¿Están negociando con el Gobierno para su compra?
Nosotros estamos trabajando de la mano del Gobierno para asegurar que haya acceso a nuestro medicamento (Evusheld). Estamos, por tanto, en conversaciones y negociaciones, pero no puedo comentar si hay un acuerdo cerrado. Sí que puedo decir que el Gobierno tiene mucho interés en traer más soluciones para los pacientes, sobre todo para los inmunocomprometidos.
¿Con este medicamento hay ánimo de lucro o será igual que con la vacuna?
Sin ánimo de lucro fueron los 2.500 millones de dosis de vacuna. Un compromiso que ninguna otra compañía ha tenido. Ese fue nuestro grano de arena para un problema mundial. En este otro caso, nosotros hicimos inversiones como compañía, no como en el caso de Oxford. Trataremos este producto como tratamos cualquier otro. La vacuna es para cubrir a la población mundial, nuestro producto es para aquellos que están inmunocomprometidos, alrededor del 2% de la población . Eso influye en el precio y en la negociación.
¿Cuándo esperan la autorización de la EMA?
Ya tienen todos los datos, así como la experiencia de uso de países como Estados Unidos o Francia. Esperamos que en el primer trimestre nos den una señal.
¿Están cubiertos los posibles problemas de fabricación?
La forma de este producto es muy similar a la de otro fármaco que tenemos. Tenemos experiencia y tres instalaciones donde se puede fabricar. Ahora bien, para 2022 va a haber un suministro limitado, porque tiene una fecha de caducidad más rápida que una píldora y no queremos fabricar sin saber cómo lo van a utilizar los países.
Para 2022 va a haber un suministro limitado (de Evushled), porque tiene una fecha de caducidad más rápida que una píldora y no queremos fabricar sin saber cómo lo van a utilizar los países
Su empresa protagonizó la última gran compra del sector con Alexion. ¿Qué planes tienen para la adquisición de nuevas empresas?
La diferencia entre AstraZeneca y otras empresas es que estamos focalizados en tres área terapéuticas: cardiovascular, respiratorio y oncología. Después, si hay oportunidades, veremos si la ciencia, no el producto, nos da valor. Por ejemplo, tenemos productos para VRS y gripe y también nos ha tocado el aprendizaje de vacunas, por lo que ahí podemos expandir. Alexion tiene tecnología que nos brinda sinergias con las áreas terapéuticas que tenemos. Ese es el plan a largo plazo.
¿Qué lanzamientos habrá este año?
En EPOC vamos a sacar en 2022 un producto que ofrece una nueva alternativa al paciente. También habrá novedades en el área de cardiología. En oncología, Lymparza podrá obtener nuevas indicaciones para ovario y próstata. Nuestro objetivo es conseguir tratar el cáncer como una enfermedad crónica. Veremos más lanzamientos en 2023 y 2024. El reto en España es asegurar que haya acceso rápido a estos medicamentos.
Hay informes que dicen que España se retrasa de media 15 meses respecto a la aprobación de Europa...
Son 16 meses para una nueva indicación y entre 18 y 20 meses para un producto nuevo. Cuando comparas con otros países, definitivamente no somos líderes en acceso. Además, en oncología, el 100% de lo que se aprueba llega con restricciones y el 80% de la innovación oncológica ha sido rechazada por la Comisión Interministerial de Precios.
(El retraso de España en aprobaciones) son 16 meses para una nueva indicación y entre 18 y 20 meses para un producto nuevo
¿Y por qué ocurre esto?
Hay un medicamento nuestro en Estados Unidos que puede ahorrarle al sistema más de 100.000 dólares al año, pero están más concentrados en el precio. No son dos conversaciones, es una. Tendríamos que hablar de que cada día que pasa sin un medicamento aprobado, un paciente empeora, pero hablamos de euros y porcentajes. No vemos la foto completa. Estamos intentando hacer acuerdos más innovadores que tienen más que ver con los resultados en salud. Queremos pagar por resultados.
¿Y la herramienta de Sanidad, Valtermed, no arregla esa demanda?
Estamos alineados con el propósito para el que está previsto. El problema es que el precio no se fija en base a eso. No se asumen riesgos por ambas partes, se fija el precio y luego se hace el seguimiento.
¿Su empresa va a participar en el Perte de salud?
Tenemos el deseo, podemos jugar un papel importante. En 2021 tenemos más de 85 ensayos clínicos en España. Este país es un gran país para esto. Somos la filial líder en Europa en inversión en ensayos.