
El Ministerio de Sanidad recoge el guante que semanas atrás había lanzado la patronal Farmaindustria. El departamento que dirige Carolina Darias impulsará una ley que permita acortar los tiempos entre que una innovación cumple con los ensayos clínicos y ésta es financiada por el sistema público. "Hay que conjugar una visión a largo plazo que dé seguridad a los proyectos de I+D, una inversión en investigación básica pública reforzada, y una regulación farmacéutica que también garantice el acceso rápido a las innovaciones terapéuticas por parte de la población", aseveró la secretaria de Estado, Silvia Calzón, en la clausura de un acto promovido por la consultora Hiris y la propia Farmaindustria.
Fue el propio presidente de la patronal el que solicitó en el Congreso de los Diputados una ley que acabara con los periodos actuales. "Necesitamos una regulación farmacéutica que reconozca el valor de la innovación y posibilite el acceso rápido de los pacientes a las nuevas terapias", dijo Juan López-Belmonte.
Hoy por hoy, los plazos para que los nuevos medicamentos lleguen a los hospitales españoles son de los más largos en toda Europa. De media, transcurren 15 meses desde que la Agencia Europea del Medicamento aprueba una terapia hasta que el Ministerio de Sanidad le otorga precio y financiación. Además, en los últimos años, este problema se ha ido agrandando. "La finalidad de todo no es otra que la de hacer llegar las mejores terapias cuanto antes a los pacientes, y hacerlo además en el menor tiempo posible". remató Calzón.
Sin embargo, la secretaria de Estado también puso deberes a la industria farmacéutica en este ámbito. Habló de la necesidad de mantener la sostenibilidad financiera del Sistema Nacional de Salud, en una referencia velada a los precios que en algunos casos proponen los laboratorios para las innovaciones. También abogó por los contratos de financiación que impliquen a los resultados de los medicamentos en vida real, más allá de lo demostrado en ensayos clínicos, y defendió la herramienta Valtermed, un sistema creado por la actual directora de Farmacia del Ministerio, Patricia Lacruz, que tiene por objetivo monitorizar el comportamiento de los medicamentos más costosos.
Además de la legislación, Calzón también asumió una de las visiones que más tiempo lleva defendiendo la industria farmacéutica. Aseguró que lo que se paga por los medicamentos (y en sanidad en general) no debe ser contabilizado como un gasto, sino como una inversión. Con todo, recordó que la factura farmacéutica durante 2020 disminuyó respecto a los años anteriores, rompiendo una tendencia de años. Una de las explicaciones más claras de este fenómeno fueron los confinamientos y la saturación de los centros hospitalarios españoles durante la pandemia.