
Al hablar de FanDuel es muy probable que pocos, o muy pocos, conozcan a qué se dedica esta empresa. Pero si en lugar de FanDuel ponemos sobre la mesa el nombre de Comunio, Biwenger o Futmondo, entre otros, seguro que la película cambia. Todos ellos están englobados dentro de los deportes de fantasía, juegos en los que cada jugador se convierte en el gestor de un equipo virtual, eligiendo una alineación cada jornada con el objetivo de sumar la mayor cantidad de puntos en la comunidad a la que se juegue.
FanDuel es una empresa estadounidense fundada en 2009 curiosamente por cinco amigos que no sabían nada sobre fútbol americano, uno de los deportes que se pueden gestionar aparte de beisbol, hockey o baloncesto, entre otros. Esta compañía con sede en Nueva York es una de las pioneras de este mercado junto con DraftKings, diferenciadas por ejemplo, del resto de España, en los premios. Tal es así que Chris Prince, toda una institución en estos juegos, acumuló en 2015 ganancias de 700.000 dólares en sus ligas. Su ejemplo se usa para insistir en que los deportes de fantasía son una mezcla de habilidad y conocimiento, y no un mero juego de azar.
Tanto FanDuel como DraftKings estaban en lo más alto hasta que la primera fue adquirida en 2018 con una participación del 57,8%, valorada en 558 millones de dólares, por el hólding británico Flutter Entertainment, propietario de Betfair y Pokerstars. A partir de ahí, el negocio de FanDuel fue más allá de los juegos de fantasía y amplió sus miras con las apuestas deportivas, gracias en parte a la legalización de este sector en casi todos los estados del país, transformándose a día de hoy en el principal operador en EEUU. Esta astuta adquisición le llevó al éxito, pasando con el paso del tiempo buena parte de su base de jugadores de fantasía en una clientela lucrativa para su negocio de apuestas deportivas. En concreto, el 40%, una base de datos que ahora incluye 13 millones de jugadores.
Otro de los éxitos que permitieron a FanDuel tomar la delantera en la nueva era de las apuestas estadounidenses vino dado por el extenso conocimiento en este mercado por parte de Flutter. Por un lado, como pioneros en el sector, aprovecharon su dilatada experiencia para abrir una casa de apuestas en el hipódromo Meadownlands de Nueva Yersey. Y por otro lado, trajeron del Reino Unido varias ideas, como por ejemplo la de apostar a un equipo y que a su vez un jugador de ese equipo logre el primer touchdown del partido. A los clientes les gustan estas apuestas porque su recompensa es mucho mayor.
Desde finales de 2020, Flutter controla ya el 95% de FanDuel tras sumar, al 57,8% inicial, el 37,2% por 4.180 millones de dólares. El 5% restante estará bajo el control de Boyd Interactive Gaming. Sin duda, todo un negocio que no para de crecer, ya que se espera que los ingresos de Flutter en EEUU, principalmente de FanDuel, aumenten a más del doble, a 1.900 millones de dólares, este año, según las estimaciones de analistas compiladas por Bloomberg. "Cuanto más altos sean los ingresos, más gastará la empresa en marketing para adquirir clientes", comenta un Peter Jackson, CEO de Flutter, que prevé que el negocio será rentable para 2023.
Poco nivel de negocio en España
En España, el negocio de los juegos de fantasía, con un gran seguimiento, no ha sabido pegar el pelotazo empresarialmente hablando. "En España ha habido varios servicios icono de los Fantasy en cada década, pero no han sido relevantes a nivel de negocio: ni Liga Fantástica Marca ni Comunio han sido capaces de llevar el negocio desde esa industria. La Liga Fantástica nació como una manera de comprar el periódico el martes, un día flojo en ventas que se convirtió en el día en que había que comprar el Marca porque era cuando se publicaban los puntos. Y en Comunio han hecho negocios con la publicidad externa y con el usuario premium", cuenta Carlos Molina, CEO de la startup española 89bits, a Xataka.