Empresas y finanzas

Los nuevos fármacos ahorran hasta siete euros por cada uno invertido

  • Farmaindustria pide igualar los tiempos de aprobación a Francia o Alemania
  • Idis pide la colaboración público privada en sanidad

España es uno de los principales países europeos que más retrasa la entrada de nuevos medicamentos (una media de 15 meses desde la aprobación de la EMA). Ante esta realidad, la industria farmacéutica pide acelerar los tiempos porque, además de las mejoras en salud, los sistemas sanitarios podrán ahorrar en otros gastos asociados a la atención del paciente.

El presidente de Farmaindustria, Juan López Belmonte, puso ayer cifras a este ahorro, extraídas del estudio realizado por la Fundación Weber (El valor del medicamento desde una perspectiva social en 2021). "Como muestra la evidencia científica, un euro invertido en medicamentos ahorra entre dos y siete en otras prestaciones farmacéuticas. Y eso sin sumar las mejoras indirectas en productividad y calidad de vida que generan los nuevos medicamentos", dijo ayer el presidente de la patronal. El informe señala, además, que el gasto hospitalario sería un 163% más alto si no se utilizaran nuevos medicamentos.

Esta es la segunda ocasión en menos de un mes donde Farmaindustria llama la atención sobre la necesidad de acelerar los tiempos de aprobación y financiación de las nuevas terapias. En el Congreso de los Diputados solicitó una ley que ataje la burocratización para acortar los tiempos y ayer recordó que el asunto no solo interesa a las empresas del sector.

"Tenemos que trabajar tanto administraciones sanitarias como la industria para asegurar el mejor acceso posible a los medicamentos, en términos similares al que se produce en los grandes países europeos: Alemania, Francia o Italia. Es la mejor forma de mejorar nuestro sistema sanitario y la salud de los españoles, así como de generar valor económico para nuestro país", dijo López-Belmonte.

Las peticiones de colaboración también las realizó ayer el presidente de la Fundación IDIS, patronal que engloba a la sanidad privada. "El reto es claro: transformar el impacto de estas innovaciones en mejoras significativas para las organizaciones que contribuyan a financiar el elevado coste de la innovación y a mejorar claramente los resultados sanitarios, tanto en eficacia como en eficiencia", dijo Juan Abarca.

Para el también dueño de los Hospitales HM, la administración debería dejar de distinguir entre el operador privado o público a la hora de valorar el sistema sanitario en su conjunto. "Debemos tener un sistema sanitario único, colaborativo e innovador en el que se cuenten con todos los recursos disponibles para mantenerlo", dijo Abarca. De hecho, desde la Fundación IDIS se ha buscado (y encontrado) la adhesión de gran parte del sector empresarial a un manifiesto donde se solicita pensar en una única sanidad.

Ambos dirigentes han coincicido en una jornada donde también ha estado presente la presidenta de la patronal de la tecnología sanitaria, María Luz López-Carrasco. La dirigente explicó que es "urgente" la creación de un nuevo modelo donde la tecnología sanitaria sea relevante. De hecho, este sector es el que de momento mejores respuestas ha encontrado en el Gobierno de España, quien ya destinó 400 millones para renovar el parque tecnológico y se espera que se mantenga la inversión hasta 2023.

Sin embargo también es cierto que los fondos europeos destinados de la primera partida que llegó a España se revelaron como insuficientes si se pretender una apuesta por el sector. De los 9.000 millones que llegaron no se llegó ni a 800 para toda la sanidad. López-Carrasco insistió en que es necesario apostar por la medicina predictiva y participativa, que busque la prevención o el diagnostico precoz como fórmulas también de ahorro.

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