
La quinta ola está remitiendo, pero aún queda un largo camino para volver a una normalidad parecida a la de 2019, tanto en el ocio como en el trabajo. Hoy por hoy, en España está por encima de los 270 casos por cada 100.000 habitantes, una cifra que significa riesgo alto según todos los indicadores internacionales. "La cifra controlable de incidencia es entre 25 y 50 casos por cada 100.000. Por encima de esa cifra, y viendo la variante Delta, es difícil. Además, hay que tener una cosa en cuenta. Hemos visto en julio cómo se ha cebado con los jóvenes, precisamente la población que entonces no estaba vacunada. Ahora serán los niños menores de 12 años el grupo diana", afirma José Martínez Olmos, profesor de la Escuela de Salud Pública de Andalucía y ex secretario general de Sanidad.
Si bien muchos empleos se pueden seguir desempeñando de forma telemática, los colegios han apostado por la presencialidad. "La idea es que empleen las mismas medidas que en el curso anterior, que funcionaron bastante bien. Además, a nivel de ESO y Bachiller estarán vacunados un gran porcentaje y eso facilitará el control de la infección. Pero los vacunados infectan y transmiten, puesto que la vacuna no esteriliza", asegura Marcos García, presidente de la Sociedad Española de Inmunología.
En cualquier caso, lo cierto es que hace un año las dudas sobre el comienzo del curso escolar se esfumaron con el paso de los meses. En líneas generales, aunque hubo contagios, la incidencia en las escuelas fue muy leve, si bien es cierto que el virus no había mutado tanto como ahora.
Los ensayos para usar la vacuna en la franja de edad que queda (menores de 12 años) aún se harán esperar. Pero también es importante saber que, si bien parece que las vacunas pierden efecto con el tiempo y esto afecta a la población mayor especialmente, los jóvenes mayores de 12 años están siendo los últimos en vacunarse (la mayoría en agosto), por lo que durante los primeros compases del curso esto podría favorecer que los contagios estuvieran más o menos controlados durante el otoño y los primeros meses de invierno.
En cualquier caso, los médicos llaman a la alerta. El grupo de trabajo de la Asociación Española de Pediatría (AEP) para la Reapertura de la Escolarización ha instado a reforzar las medidas en las escuelas debido a la alta incidencia y a la variante Delta. Este grupo de expertos publicó el pasado 18 de mayo una actualización de las recomendaciones 2020 relacionadas con la escolarización presencial y la prevención de la transmisión en las escuelas, pero ahora avisan de que las condiciones son distintas. "La irrupción y actual predominancia de la variante Delta, mucho más infecciosa, posiblemente con mayor transmisibilidad y posible escape vacunal todavía por descifrar, nos obligan a ser particularmente cautos", explican. Asimismo, animan a la vacunación entre los niños de 12 a 18 años.
Campaña de vacunación
En esta pandemia parece que los objetivos nunca son suficientes para cantar victoria. A las puertas de alcanzar el objetivo del 70% de población totalmente inmunizada, esta cifra no será suficiente para evitar que el virus siga circulando e infectando con impunidad. La cifra que manejan los expertos es la del 85%, todo un reto para cualquier sistema sanitario. "La variante Delta es muy contagiosa y tiene cierto escape a las vacunas. El 70% de la población vacunada como inmunidad de grupo está ya descartado por los expertos y se debe llegar al 85%. Para llegar al porcentaje que estoy diciendo hace falta vacunar a unos seis millones de habitantes más", explica Olmos.
Este porcentaje, incluso, podría llegar a ser mayor. "La inmunidad de grupo no parece ser suficiente alcanzando el 70%. Con la variante Delta afectando a más del 90% de los infectados, dada su mayor transmisibilidad y coeficiente R, el dintel de porcentaje de inmunidad de grupo debe ser más alto", explica García. De hecho, el grupo investigador del Hospital Clínic de Barcelona que está ahora ensayando con la vacuna española de Hipra, incluso establece el porcentaje por encima del 90% de la población, algo prácticamente imposible.
La cifra manejada significa que los menores de 40 años tengan el mismo comportamiento que los mayores de esa edad. El 91,7% de personas con edades superiores a esos 40 años tiene la pauta completa. Sin embargo, si se observa por décadas, cuanto mayor es la edad, mayor es la adherencia a la vacuna (los mayores de 80 años están todos vacunados mientras que los de 40 y 50 años están al 82,8%).
Ahora, la participación de la población más joven es capital para poder pasar página en la pandemia. Si bien muchas personas de estas edades ya tienen una vacuna inoculada (73% en la década de los 30, 71% en la de los 20 y casi el 66% en los jóvenes de 12 a 19 años), aún queda por delante trabajo. Sobre todo porque las personas menores de 12 años no se pueden vacunar, por lo que llegar al 85% necesita de mayor implicación del resto de las décadas. "La inmunidad de rebaño es muy difícil de alcanzar. Digo esto porque las sociedades tienen comportamientos oportunistas. Mucha gente puede estar pensando que no se vacunan porque como se va a alcanzar la inmunidad de grupo, ellos no pasan por el pinchazo", añade Martínez Olmos.
Si la vacunación no va a proporcionar la seguridad suficiente en los porcentajes que está hoy, para volver a las oficinas o a los colegios se sigue necesitando de otras variables a considerar. Las mascarillas seguirán acompañando a las personas durante un tiempo y la distancia de seguridad, sobre todo en espacios cerrados, debe ser una norma que no hay que descuidar estos meses.