Empresas y finanzas

El ahorro recupera su atractivo: Hay que tener todos los gastos a raya

Ya lo dicen los mayores del lugar. En época de bonanza, hay que llenar la despensa para aguantar en vacas flacas. Pero... ¿ha sido así? ¿O por el contrario, el crecimiento que parecía interminable nos ha hecho olvidar lo que era la hucha? Ahorro, contención económica, control del gasto... lo que quizá llevamos años sin hacer ahora cobra todo su protagonismo. Los clientes están perceptivos y las entidades lo saben; algunas ya responden a esta demanda y proponen productos novedosos.

Así lo parece, a juzgar por productos que están lanzándose al mercado y que tienen en el ahorro su principal atractivo. La Cuota Quieta de Caja Duero o el Ahorro el Cambio de La Caixa son dos buenos ejemplos.

En el caso de la primera, se trata de una cuota que se diseña a medida de las necesidades de cada cliente. La operativa es muy simple. Se pueden incluir todo tipo de recibos, excepto los de tarjetas de crédito y amortización de préstamos. Y a cambio de un euro al mes, la entidad habilita al cliente un crédito de hasta 500 euros para hacer frente a los saldos deudores. A la cantidad estipulada, se añade un 5 por ciento para hacer frente al incremento anual de los precios o desviaciones en el consumo. ¿Qué pasa si al final de año se ve que se ha pagado de más? Que la cantidad sobrante es una aportación extraordinaria para calcular la nueva cuota o bien se abona en cuenta al cliente. Si ha pagado de menos, se dispone de un crédito gratuito de 500 euros para cubrir ese desfase. La ventaja es clara: los gastos se mantienen mes a mes a raya, sin sobresaltos.

La Caixa propone por su parte una fórmula de ahorro inédita en el mercado. La denominan Gana el cambio y se efectúa con una tarjeta de crédito que ingresa en cuenta remunerada al 5% el saldo que resulta de restar a la cantidad gastada el múltiplo en cinco más cercano. Es decir, si se ha pagado una camisa que cuesta 16 euros, se carga en cuenta los cuatro euros adicionales que restan y que el cliente pasa a ahorrar en ese momento.

Finalmente, y también en la línea de dar oxígeno financiero a los clientes, encontramos productos tradicionales de crédito. Las tarjetas Activo Compra Fácil de Activo Bank, la Pago Fácil de Caja Madrid y la Visa Shopping de Barclays, por poner tres ejemplos, permiten el pago aplazado de compras sin intereses con más o menos flexibilidad. Por su parte, la tarjeta MasterCard de Caixa Galicia va un poco más allá: ofrece al cliente abonar una cuota fija con la que cubrir todos los gastos, se adquiera lo que sea con ella.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky