
El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, afronta una semana clave. Este próximo viernes, la mayor compañía eléctrica española celebrará su Junta general de accionistas. La cita anual no tendría mayor relevancia este año de no ser por la llamada 'Pieza 17' de 'caso Villarejo' en la que se investiga a la compañía por un presunto espionaje a ACS.
La compañía ha aireado en las últimas semanas que las agencias de recomendación de voto -'proxy advisors'- no veían ningún problema para votar a favor de las modificaciones y nombramientos que llevarán a esta próxima reunión. Entre ellos figura en un lugar destacado la renovación del mandato de Francisco Martínez Córcoles, oficialmente el 'número dos' de la compañía, así como la vuelta de Ángel Acebes al consejo y a la comisión ejecutiva después del 'caso Bankia'.
La reelección, no obstante, no supone que Galán se vea con menos fuerzas para seguir adelante, más bien al contrario. El presidente de Iberdrola fue muy claro recientemente en un encuentro que mantuvo con 'The New York Times' cuando se planteó la opción de una sucesión -el diario recordaba la presencia del hijo y del yerno en la compañía-, pero el ejecutivo aseguró que "creo que tengo que seguir simplemente creciendo y dirigiendo esta empresa".
Iberdrola ha llevado a cabo tres investigaciones internas para esclarecer la relación con el comisario Villarejo y su compañía Cenyt, concretamente, en noviembre de 2018 y otra en julio de 2019.
Galán no piensa en sucesores y se ve al frente de la compañía durante los próximos años
Las dos primeras determinaron, por un lado, que se habían contratado 17 servicios de tipo ordinario y propios de la Dirección de Seguridad Corporativa entre los ejercicios 2004 y 2017; y, por otro, que en el proceso de contratación y posterior pago de dichos trabajos se habían aplicado correctamente todos los controles y procedimientos internos de Iberdrola. De la tercera apenas se tiene noticias más allá de que se ha enviado la ampliación del forensic elaborado por PwC al Juzgado número 6.
A la espera de una decisión del juzgado, Iberdrola ofreció -¡como si pudiese ser de otro modo!- su plena disposición a declarar ante la Audiencia para tratar de cerrar ya el caso, pero a la vez, la empresa está abriendo vías judiciales paralelas por el mismo.
Este próximo miércoles está previsto que se produzca la comparecencia del equipo jurídico de ACS ante el juzgado por la demanda interpuesta por Iberdrola por competencia desleal. La eléctrica presentó también recientemente otra demanda en el juzgado de Bilbao por intromisión en el derecho del honor y acumulaba ya la denuncia presentada contra ACS ante la CNMV, porque como aseguró el propio presidente de la compañía en una entrevista en la Cope, "la cúpula" de la energética "no se dedica a espiar a nadie". Veremos qué dicen los juzgados.