Bien curtido entre los escándalos de la Administración de Bill Clinton, donde militó como portavoz y abogado, Chris Lehane, actualmente Vicepresidente de Políticas Públicas Globales y Comunicación se ha convertido en el directivo más influyente de Airbnb además de uno de los hombres de confianza de su consejero delegado, Brian Chesky.
Un rol a su medida, donde su espíritu combativo y su vivaz personalidad se han convertido en una ventaja para la compañía de San Francisco a la hora de defender los beneficios (y no los potenciales efectos negativos) que esta plataforma de alquileres turísticos ofrece en los 220 países y regiones en los que opera.
"Tener una plataforma global con una comunidad global es una creación de Airbnb. Es la razón por la que Airbnb se ha convertido en el sustantivo pero también el verbo", confiesa en una entrevista vía Zoom con elEconomista. Según reconoce, la compañía fundada en 2008 y que cotiza en bolsa desde diciembre del año pasado, "ha democratizado el turismo viajes y el capitalismo" gracias a su modelo de negocio.
Precisamente, bajo la expectativa de un verano histórico en términos de demanda a medida que la reapertura y la vacunaciones continúan viento en popa, esta misma semana Airbnb presentaba en sociedad una transformación "pospandémica", que incluye más de 100 nuevas actualizaciones en su plataforma con el objetivo de aumentar y diversificar la oferta del negocio.
¿Qué impresiones tiene Airbnb ante la reapertura económica?
Muchos sectores están viendo un repunte histórico que se está produciendo debido a la demanda acumulada. Airbnb era una empresa de éxito antes de la pandemia pero creo gracias a ella ha acelerado el interés por alojarse en casas enteras, inicialmente porque eran más seguras y ahora porque la gente cuenta con un enorme deseo de organizar viajes y conectar con la familia o los amigos. Nuestros ingresos del primer trimestre de este año estuvieron por encima de los registrados durante el mismo periodo de 2019. Desde entonces hemos añadido un millón de nuevos listados. Esperamos un verano único en 100 años gracias a la demanda acumulada.
Entonces, ¿ha transformado la pandemia el sector de los viajes para siempre?
Sí. Pero hoy somos una empresa más fuerte que antes de la pandemia. Creo que la pandemia ha puesto de manifiesto nuestra resistencia, capacidad de innovación y la colaboración con nuestros anfitriones.
¿Qué tendencias están viendo ahora mismo en Europa y concretamente en España?
Lo que estamos empezando a ver es que cuando los países europeos anuncian avances en la reapertura como es el caso de Reino Unido, Francia o España, inmediatamente se ve un aumento del interés tanto dentro de dichos países como del extranjero. En España concretamente han ocurrido un par de cosas interesantes. Hemos visto cómo el interés se centra más en las zonas rurales y costeras. Menos en Barcelona o Madrid y más en las zonas tradicionales del Mediterráneo, pero también en las zonas rurales o en las Islas Canarias. De esta forma han empezado a surgir nuevos destinos más allá de los tradicionales. También hemos visto un aumento significativo de las estancias de larga duración, es decir, gente que se queda más de 28 días. Esto supone ahora un 30% del negocio en España. España ha sido durante el transcurso de la pandemia uno de los lugares que más rápido ha crecido en términos de nuevos anfitriones, particularmente en estas áreas que normalmente no eran grandes lugares turísticos en el pasado.
Alrededor del 30% del negocio en España son ahora estancias de larga duración
¿Cuáles son las razones de dicho crecimiento?
España tiene una de las tasas más altas de propiedad de segunda vivienda en todo el mundo y sabemos que, históricamente, las personas que se convierten en anfitriones suelen ser personas que poseen una. Siempre hemos considerado a España como uno de nuestros principales mercados, pero creo que al salir de esta pandemia, el potencial es mayor que nunca. Idealmente queremos trabajar tanto con el gobierno nacional como con los gobiernos locales para lograr una redistribución.
En toda Europa existe una oportunidad realmente interesante de pensar en el turismo como un recurso natural. Debemos aseguramos de que lo tratamos como tal y de que obtenemos los beneficios correctos y los maximizamos. Existe una oportunidad real de pensar en cómo se puede redistribuir permanentemente en todo el país e impulsar la economía en múltiples destinos y lugares que normalmente no se habían beneficiado anteriormente.
¿Qué les diría entonces a los gobiernos locales que alegan que los alquileres turísticos están canibalizando el mercado de la vivienda?
Desde luego no queremos quitar viviendas del mercado. Si se miran los datos subyacentes, la cantidad de Airbnbs en muchos de estos lugares es muy pequeña. Pero al final del día hemos desarrollado más de 1.000 marcos regulatorios en todo el mundo. En realidad hemos creado herramientas que dan a las ciudades la capacidad de poder aplicar y hacer cumplir sus leyes. En última instancia, son las ciudades las que determinan cuáles deben ser sus leyes. Pero, por supuesto, siempre vamos a defender a nuestros anfitriones y lo que creemos que es un enfoque razonable.
En toda Europa hay una oportunidad muy interesante para tratar el turismo como un recurso natural que hay que redistribuir
Por otro lado, algunas cadenas hoteleras españolas reiteran que la calidad y la competitividad del sector turístico se ve afectada negativamente por las operaciones de Airbnb. ¿Qué opina?
Estamos llevando a cabo acuerdos con algunas grandes entidades hoteleras en España. Buscamos ser socios y ciertamente queremos asegurarnos de que todo el sector pueda beneficiarse. Pero nuestro modelo se basa en una mayor oferta para que la gente tenga más opciones. El modelo típico de la industria hotelera se basa en la idea de limitar la oferta para poder cobrar más por noche. En última instancia, los consumidores se benefician de una mayor oferta porque eso reduce el coste. También les da muchas más opciones.
Hay un cambio legítimo que se ha producido con la pandemia. La gente está valorando favorablemente el control y el tamaño de los espacios. Es un cambio fundamental que incluso la industria hotelera está reconociendo y reflexionando sobre ello. Los viajes de negocios no van a volver a ser como antes. Y todos nosotros tenemos que evolucionar y cambiar debido a las externalidades que han ocurrido.
¿Cree que los gobiernos locales y nacionales van a ser más proclives a colaborar con Airbnb como forma de potenciar la recuperación económica?
A nivel mundial, sí. Hemos cerrado un centenar de acuerdos diferentes en los últimos dos meses. Airbnb es ahora la mayor empresa de viajes del mundo en términos de capitalización bursátil y la gente quiere trabajar con nosotros. Pero no ocurre en todos los países ni en todas las ciudades. En Europa ha habido un problema de exceso de turismo en el pasado, al que contribuyeron muchas entidades. Los propios gobiernos nacionales y locales hicieron mucho para provocar esta situación. Ofrecieron pasaportes, exenciones fiscales para la compra de casas, todo tipo de incentivos. Esto no ha ocurrido por culpa de Airbnb.
Espero que a medida que pasen los próximos cinco o seis meses se dé un paso atrás y se busque un reequilibrio y redistribución de la que hablábamos antes. En Europa hay normas y regulaciones conflictivas que no han sido armonizadas. Así que la política de una ciudad puede entrar en conflicto con una política nacional y esta a su vez puede entrar en conflicto con la política de la UE.
Airbnb anunció esta semana más de 100 actualizaciones en su plataforma. Entre ellas se incluye una considerable inversión en los servicios de atención al cliente, incluido el español. ¿Qué implican estas inversiones para la hacia la rentabilidad de Airbnb?
Seguimos mostrando progresos en términos de nuestro EBITDA y nuestros márgenes. Nos hemos vuelto increíblemente disciplinados desde el punto de vista financiero. Eso es un elemento clave forzado por la pandemia que nos ha convertido en una empresa más fuerte de lo que éramos hace un año. Ciertamente hemos dejado claro que nuestro objetivo es seguir construyendo y haciendo crecer el mercado que ayudamos a crear en primer lugar. Tenemos una visión a largo plazo y seguiremos invirtiendo en nuestra comunidad y en nuestros anfitriones.
"Creamos casi 10.000 puestos de trabajo directos en Barcelona"
Al ser preguntado por su relación con la alcaldía de Barcelona, Chris Lehane, destaca cómo Airbnb cuenta con un acuerdo de intercambio de datos el gobierno de la ciudad desde 2018 y la plataforma ha retirado más de 5.000 listados. "Cumplimos con la normativa y tenemos una conversación continua sobre las habitaciones privadas", añade.
El responsable de políticas públicas a nivel global de Airbnb aprovecha para citar el estudio de Oxford Economics que determina que en 2019 los viajeros que usaron la plataforma generaron 9.600 empleos en la Ciudad Condal. Según insiste, la compañía impulsa una economía que creó casi 10.000 puestos de trabajo directos, en su mayoría en el comercio minorista y la restauración.
"Esta pandemia nos brinda una oportunidad real de desempeñar un papel inteligente y estratégico en la recuperación económica de estas ciudades. Pero también pensar en cómo podemos trabajar, tanto con las ciudades como con el gobierno nacional, en una estrategia más amplia de turismo itinerante", reconoce.
En este sentido, Lehane estima que hay una gran oportunidad para llevar a cabo un reequilibrio. No sólo en España sino en todos los países europeos, donde el exceso de turismo "ha sido un problema legítimo". Airbnb considera que puede convertirse en un gran activo en esta redistribución.
"Somos la opción sostenible porque no construimos y no tenemos el mismo impacto energético", justifica al tiempo que recuerda que hasta el 97% del dinero se queda en manos del anfitrión. Es decir, el desembolso que el huésped gasta se queda en el barrio mientras que la velocidad y el multiplicador de esos euros "se diferencian a los de otros tipos de empresas de viajes y turismo".
"Tenemos más habitaciones que una cadena de hoteles pero pocos activos por lo que no tenemos grandes costes fijos"
A comienzos de año, la capitalización de mercado de Airbnb llegó a tocar los 105.000 millones de dólares y en estos momentos se sitúa aproximadamente en los 86.690 millones de dólares. Su posición como la mayor empresa de viajes del mundo llega avalada por una presencia en 220 países y regiones. Básicamente cada rincón del mundo en el gobierno estadounidense permite operar a la compañía.
"Si miramos el número de listados y lo comparamos con el número de habitaciones que tienen los hoteles, tenemos más que la típica cadena hotelera, pero, además de eso, tenemos muy pocos activos, lo que significa que no tenemos grandes costes fijos. Tenemos pocos activos porque nos asociamos con nuestros anfitriones en todo el mundo", explica Lehane, coautor con Mark Fabiani del libro: "Maestros del desastre, los diez mandamientos del control de daños".
De esta forma intenta demostrar el valor de la compañía. En el primer trimestre de 2021, Airbnb facturó 887 millones de dólares, un 5% más que en el mismo periodo de 2020, y registró una pérdida neta de 1.172 millones de dólares, abultada por el impacto en el pago de 377 millones de dólares de deuda.
Para Lehane, la clave de Airbnb está en su origen y presencia global, tanto como una plataforma y una comunidad. "Fundamentalmente estamos democratizando los viajes y democratizando el capitalismo gracias al modelo que tenemos. No son las grandes cadenas hoteleras las que se benefician de esto sino la gente corriente", aclara.
Al respecto aclara que el 55% de sus anfitriones, también en España, son mujeres. Una cuarta parte son profesores o trabajadores sanitarios y aproximadamente la mitad dependen de su situación económica para cubrir sus necesidades mensuales. "Si miras nuestros números, a nivel global, si te conviertes en un nuevo anfitrión ganarás alrededor de 8.100 dólares americanos, un ingreso complementario significativo", destaca.
"Todo el mundo se beneficiaría de tener un marco fiscal a nivel global"
Airbnb, como buena compañía fundada en Silicon Valley, cuenta con su sede europea en Irlanda. Actualmente, la Administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, impulsa entre sus socios internacionales la necesidad de imponer un impuesto de sociedades mínimo global. La propuesta forma parte del esfuerzo ya en marcha dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Lehane recuerda cómo Airbnb ha estado trabajando con la OCDE incluso mucho antes de que Biden ocupase la Casa Blanca y ha apoyado "la necesidad de un marco fiscal internacional". "Para nosotros se trata de tener visibilidad y certeza para saber cuáles van a ser las reglas", estima mientras reconoce que, en los últimos años, ha habido un mosaico con distintos enfoques.
EEUU ha abogado por un impuesto mínimo global de hasta el 21% muy por encima del 12,5% planteado en las discusiones dentro de la OCDE. Esta semana en el marco de los ministros de Economía y Finanzas del G7 estaba previsto que Washington concediera una rebaja hasta el 15%. Aún así, algunos países europeos como es el caso de Irlanda, siguen mostrando su oposición a esta iniciativa.
El año pasado, Airbnb ya apoyó el desarrollo de un régimen fiscal para los servicios digitales debatido en la OCDE asegurando que el sistema actual no se diseñó teniendo en cuenta la una economía cada vez más digital y debería mejorarse.
Desde su punto de vista, el vicepresidente de Políticas Públicas Globales y Comunicación de Airbnb estima que, a nivel mundial, "todo el mundo se beneficiaría de tener un marco general, sea cual sea". "En última instancia se trata de encontrar un marco que nos permita planificar y organizarnos de forma adecuada", manifiesta Lehane.