
En pleno siglo XXI, en el que para muchos la digitalización supondrá el fin de los formatos en papel, los cuadernos de escritura y de problemas Rubio, con los que varias generaciones de españoles han crecido, han conseguido algo más que sobrevivir.
La editorial familiar que desde hace 65 años publica los populares manuales ha sabido convertir precisamente la digitalización y el comercio electrónico en sus mejores armas para crecer.
Con la pandemia y pese a las restricciones en muchos canales de venta físico, la firma valenciana logró multiplicar las ventas a través de su propia tienda online en un 273%. Un canal que ya supone casi una cuarta parte de sus ingresos totales, que el año pasado alcanzaron en total los 3,5 millones de euros, tras crecer un 48,8% debido a la situación excepcional que obligó a tener a muchos niños en casa y sin clases presenciales.
Su propio portal no fue el único motor del negocio online. "De vender 14.000 euros en Amazon en 2018, el año pasado rozamos los 600.000 euros", comenta el director general Enrique Rubio, hijo del creador de los cuadernos, que destaca que también otros de sus distribuidores tradicionales aumentaron sus pedidos para comercio electrónico. Con ese tirón, la editorial comercializó más de 3,4 millones de cuadernos el año pasado.
"Hemos tenido más de medio millón de visitas en nuestra web al mes durante la pandemia y eso ha hecho que mucha gente que entraba casi por necesidad para buscar material para sus hijos haya conocido que tenemos mucho más variedad de producto,", explica Rubio.
El confinamiento también multiplicó las ventas de su caligrafía creativa y pasatiempos
Precisamente, una de las estrategias del actual director de Cuadernos Rubio cuando asumió la empresa en 1997 fue la de ampliar el catálogo de la editorial más allá de sus clásicos cuadernillos escolares. "Entonces teníamos 60 referencias, básicamente de escritura, en este momento tenemos más de 400", relata. Hoy alrededor del 70% de las ventas proceden de esos nuevos productos, como cuadernos de estimulación cognitiva para personas mayores, cuadernos de vacaciones que incluyen actividades del niño con los padres o uno de los productos estrella que ha despuntado. "No nos esperábamos el éxito de los cuadernos de caligrafía creativa o lettering, que se ha puesto de moda también por la pandemia y el hecho de estar más en casa, como ha ocurrido con la líneas de pasatiempos". Además permiten a la editorial diversificar su oferta con productos de más valor. Frente al cuadernillo tradicional de 1,25 euros estas ediciones de tapa dura se venden por encima de los 12 euros.
"El comercio electrónico a nosotros nos resolvió un problema, ningún punto de venta físico podía vender todos nuestras referencias", asegura Enrique Rubio. Además, la editorial también lleva tiempo trabajando en los contenidos digitales. De hecho, durante la pandemia la empresa valenciana ofreció parte de las actividades de su aplicación de contenidos online de forma gratuita. "Ya hace 11 años lanzamos una de las primeras apps educativas, que llegó a estar en el top 10 de las aplicaciones de educación en la plataforma Apple. Vamos a seguir trabajando en esa línea porque en la educación está habiendo muchos cambios tecnológicos con la introducción de las tablets en las aulas. Pero el papel sigue siendo el 99% de las ventas".
Precisamente para Rubio una de las claves de la pervivencia de sus cuadernos es que "nunca hemos sido curriculares, siempre hemos trabajado por edades y competencias y eso nos ha permitido también seguir siendo útiles con todos los cambios de sistemas educativos".
Parón en tiendas propias
Lo que sí ha modificado la pandemia han sido los planes de la empresa para desarrollar establecimientos propios, tras abrir su primera tienda a mediados de 2019 en el centro de Valencia. "La tienda física estuvo cerrada dos meses. Para nosotros es una cuestión de imagen más que de ventas, porque además entre el 30% y el 40% de los ingresos proceden de actividades al margen de la venta de cuadernos, como cuentacuentos o cursos y actividades". Por eso prefiere esperar a seguir con nuevas aperturas y centrarse en el desarrollo de sus nuevas instalaciones en Paterna.
Aunque el lema de Enrique Rubio es "crecer despacito y con buena letra", de momento el efecto del Covid no se ha desinflado. "En el primer cuatrimestre de este año las ventas han crecido un 44%, cuando nuestra previsión incluso era facturar un poco menos este año".