Un joyero que se reconvirtió para fabricar placas y matrículas hace más de un siglo fue el origen de Industrias Saludes. Aunque desde entonces la empresa familiar siempre ha estado ligada al metal, para sobrevivir durante sus 120 años de historia la compañía no ha dudado en fabricar desde señales de tráfico a hornillos, cafeteras, cascos de moto o juguetes.
Hoy en su factoría de Alcàsser (Valencia) aún sigue manteniendo tecnologías muy distintas para producir desde las matrículas de coche y placas de calles hasta las ópticas de semáforos, los módulos luminosos de los taxis o sistemas electrónicos para gestionar el tráfico.
"La diversificación ha sido clave para sobrevivir tantos años, tener varias líneas de negocio es más complejo de gestionar pero más seguro para la continuidad de la empresa", asegura Fernando Saludes, consejero delegado de Industrias Saludes, que fundó su bisabuelo.
Con la crisis sanitaria del Covid el grupo industrial acaba de lanzar una nueva actividad que poco tiene que ver con las señales de tráfico: un producto para mantener libre de bacterias y virus los parques infantiles basado en la tecnología de la fotocatalisis que ha desarrollado junto a su socio Pureti Group y testado por la propia NASA. "Hemos lanzado esta línea para parques infantiles pero son productos, que se pueden aplicar a otras superficies y al mobiliario urbano", explica Saludes, que destaca que además tiene un efecto descontaminante: un metro cuadrado tratado con este fotocatalítico tiene el mismo efecto depurador de aire que un árbol.
Una actividad con la que quiere ampliar la oferta de servicios y el valor añadido de su filial de parques infantiles, Saludes Play, ante las nuevas demandas generadas en los ayuntamientos por la crisis del coronavirus.
"Nosotros seguimos aquí porque hemos diversificado, siempre ha habido una fuerte apuesta más o menos consciente. Y a veces el éxito está en proyectos donde menos te lo esperas", destaca el consejero delegado de la empresa. Así, Saludes recuerda que en la crisis del petróleo en la década de 1970 la empresa salió bien parada gracias a un éxito inesperado, la cinta feliz que se colocaba en los bajos de los automóviles. Un producto que evitaba la energía electrostática en los coches y del que vendió millones de unidades. Durante su siglo de historia Industrias Saludes ha acumulado más de un centenar de patentes.
El propio Fernando Saludes recuerda que en la anterior crisis financiera de 2008 "salimos adelante porque habíamos entrado en el desarrollo de ópticas de semáforo, una actividad que entró en eclosión con la llegada de la tecnología led". Gracias a su apuesta por innovar con sus propios productos para reducir al mínimo los fallos de estos equipos ha conseguido convertirse en el principal proveedor de ópticas para semáforos en España y Portugal.
"En nuestro sector el ajuste más duro se sufrió en la anterior crisis. La caída de la inversión pública nunca se ha llegado a recuperar y desapareció entre el 40% y el 50% de la actividad", comenta Saludes. En esos años cerraron empresas como las valencianas BAN y Postigo. Además, parte de los grandes grupos constructores que habían entrado en el negocio optaron por dejarlo ante la falta de rentabilidad.
Efectos de la pandemia
Ahora, la emergencia sanitaria ha afectado al volumen de negocio del grupo valenciano, que redujo sus ventas un 16% en 2020, frente a los 19 millones de euros de facturación del año anterior. "Con las medidas que pusimos en marcha logramos mantener un beneficio bruto de explotación (ebitda) del 10%", explica su consejero delegado.
Más allá del descenso puntual por el confinamiento y la paralización de contratación de obra pública, de la que depende el grueso de su negocio de señalización, el alza de los precios de las materias primas ya se nota en la rentabilidad. "Es un problemón. Estamos asistiendo a un incremento de materia prima del 40% al 200%, en algunos casos de materiales del metal. Pero lo mismo pasa en el plástico y en nuestro caso también en electrónica con los semiconductores", apunta.
Saludes considera que la propia administración tendrá que asumir esa alza en sus contrataciones. "Solo en señalización se estima un déficit en torno a 2,3 millones de señales que están caducas por su antigüedad debido a la falta de inversión en la última década", recalca.
Una industria con diseño y arte
Pese a que el grueso de su actividad está basado en la industria del metal, Saludes siempre ha dado valor al diseño. A finales de la década de 1970 creó un departamento con Paco Bascuñan, Daniel Nebot y Nacho Lavernia, que luego crearían el grupo de diseño La Nave. El propio artista Miquel Navarro realizó sus primeras esculturas en la antigua fábrica de Saludes en Mislata. Hoy también apuesta por la conectividad 'smart' y la economía circular como vectores para innovar.