
"El desarrollo sostenible es el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas". Así se definió en 1987 y por primera vez el concepto de desarrollo sostenible, en el conocido Informe Brundtland, también titulado Nuestro futuro común, elaborado para la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En las últimas décadas el concepto de sostenibilidad ha ido calando en la agenda global, tanto de las administraciones públicas como de la sociedad y de las empresas.
De esta manera, el debate internacional sobre el cambio climático y la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2015 por la ONU han impulsado la responsabilidad colectiva para hacer frente a los desafíos y avanzar juntos hacia un objetivo común: luchar contra el cambio climático a partir de la descarbonización de la economía.
El sector inmobiliario y de la construcción no es una excepción a esta tendencia global y está intentando avanzar hacia un modelo de construcción más eficiente y sostenible. De hecho, los criterios de sostenibilidad, bienestar y eficiencia energética son cada vez más demandados tanto por promotores como por usuarios finales. La pandemia de Covid-19 ha acelerado la disrupción hacia este next normal en el ecosistema de la construcción que señalaba hace un año un informe de McKinsey & Company sobre el sector.
España está en el puesto 22 de un total de 193 países en términos de desarrollo sostenible
En la actualidad, la edificación es uno de los sectores más contaminantes a nivel planetario, siendo responsable en la Unión Europea del 40% del consumo energético y del 36% de las emisiones del CO2, según la Comisión Europea. Además, el World Green Building Council señala que la edificación y la construcción son responsables del 39% de las emisiones de carbono en el mundo.
A pesar de que el Informe sobre Desarrollo Sostenible 2020 -que toma como base los 17 ODS que conforman la Agenda 2030- apunta a que España se encuentra en el puesto 22 de un total de 193 países en términos de desarrollo sostenible, aún persisten importantes retos por cumplir en nuestro país, como avanzar hacia una economía circular o reducir las emisiones de CO2, también en el sector de la construcción. La crisis actual hará imprescindible introducir la innovación en un sector todavía muy tradicional.
Industrialización y materiales
En los próximos años veremos un auge de la industrialización, el uso de nuevos materiales y la digitalización de productos y procesos. La evidente necesidad de reducir la huella de carbono del sector pasa por apostar por la creación de edificios sostenibles. Para ello, es imprescindible, por un lado, la industrialización, y, por otro, el mayor uso de materiales renovables, como por ejemplo la madera.
La construcción industrializada, que se caracteriza por producir en fábrica los diferentes componentes del edificio para posteriormente ser ensamblados en la obra, permite no solo mejorar la productividad, sino también reducir los tiempos #de edificación, el consumo de energía y los desplazamientos de maquinaria, permitiendo reducir las emisiones. Este modelo constructivo se está extendiendo en España e implica un menor impacto medioambiental y una reducción de la huella de carbono.
Asimismo, el uso de materiales reciclables y renovables como la madera son claves para descarbonizar la construcción y reducir las emisiones de CO2, debido a su baja huella ecológica. Entre las ventajas de la madera en la construcción, también destaca el buen aislamiento que ofrece, una cuestión importante para la reducción de la energía empleada en la calefacción y climatización de edificios.
Cambios regulatorios
Los Estados también avanzan con paso firme para revertir el cambio climático. Así, en España, entró en vigor el pasado mes de septiembre el nuevo Código Técnico de la Edificación, que obliga a que los edificios de nueva construcción y rehabilitaciones sean de consumo energético casi nulo. La nueva normativa, que define los estándares de eficiencia energética que deben cumplir los edificios, impulsa el desarrollo sostenible a través del sector constructivo, ahorrando en la demanda energética de las viviendas y reduciendo las emisiones de CO2.
Sin duda, el sector inmobiliario tiene un gran reto por delante: otorgar una gran importancia a la salud y bienestar de las personas cumpliendo con los estándares de eficiencia energética. En este sentido, es interesante la creciente tendencia al diseño pasivo, un método utilizado con el objetivo de obtener edificios que logren su acondicionamiento ambiental mediante procedimientos naturales, es decir, sin recurrir a métodos artificiales como la calefacción o el aire acondicionado. Para ello, el diseño pasivo se centra en los materiales, la orientación o la distribución para lograr el confort térmico.
Por otro lado, debido a que el consumo energético lumínico es de los más elevados en una vivienda, los edificios deben priorizar la iluminación natural. Además, la automatización de la iluminación interior, el uso de los LED o los sistemas de control lumínico DALI ayudan a promover el máximo rendimiento con menores vatios por metro cuadrado.
Compromiso corporativo
En Renta Corporación tenemos un claro compromiso con la sostenibilidad. Así, nuestro primer proyecto de construcción integral de oficinas llave en mano, ubicado en el distrito del 22@ en Barcelona, está dentro de la reducida lista de edificios de la ciudad condal con la certificación LEED Gold, que garantiza los máximos estándares de eficiencia energética y sostenibilidad. El proyecto cuenta con avanzados requisitos de confort acústico y lumínico, proporcionando beneficios a sus usuarios.
Nuestra apuesta por la sostenibilidad ambiental en el sector de la construcción también se ejemplifica con nuestra alianza con 011h para crear uno de los primeros edificios industrializadas y sostenibles en España. Ubicado en L'Hospitalet del Llobregat (Barcelona), la promoción se construirá con madera y otros materiales reciclables y reutilizables que cuenten con una Declaración Ambiental de Producto que certifiquen su sostenibilidad a lo largo de todo su ciclo de vida. El proyecto también destaca por los elevados niveles de confort y medidas en favor del bienestar y la salud que ofrece a sus ocupantes, ya que las viviendas dispondrán de ventilación natural cruzada y sistemas de ventilación mecánica controlada de doble flujo.
Con todo, en los últimos años, la sostenibilidad ha irrumpido en nuestras consciencias no solo como una nueva tendencia sino como una necesidad. Sin duda, la lucha contra el cambio climático debe ser un compromiso de todos, ya que nuestro futuro es común. Las empresas del sector inmobiliario no somos una excepción y jugamos un papel clave: debemos apostar por la edificación sostenible para reducir la huella de carbono del sector y mitigar el cambio climático.