
Como muchas empresas, el fabricante de puertas frigoríficas industriales Infraca ha visto como la paralización provocada por el confinamiento afectaba a su negocio el año pasado. La compañía valenciana, que trabaja fundamentalmente para el sector agroalimentario, la distribución y la logística -con clientes como Mercadona, Carrefour o Walmart-, sufrió un descenso de sus ventas del 15%, hasta situarse cerca de 21 millones de euros.
Un recorte provocado fundamentalmente por el freno en la construcción de nuevos proyectos y, muy especialmente, por la parada obligada de casi seis meses en dos de los tres países al margen de España donde posee plantas: Perú e India. "Han sido dos de los países más castigados con la pandemia", explica el consejero delegado de Infraca Quality Doors, Ángel Moreno. "Aunque en ventas no fue un año bueno, pudimos salvar el ejercicio y tener flujo de caja porque aquí en España estábamos considerados sector esencial", señala Moreno.
La pandemia se dejó notar en su actividad pero también ha permitido al fabricante valenciano crecer en un segmento de mercado en el que acababa de entrar: el sanitario y hospitalario. "Ha sido un boom, sobre todo fuera de España, porque la emergencia sanitaria ha impulsado la inversión en infraestructuras hospitalarias en toda Latinoamérica y en el sudeste asiático".
Aunque el punto fuerte de Infraca desde que nació en 1980 ha sido la puerta frigorífica a medida, la empresa incluso llegó a fabricar cabinas de ascensor en sus inicios. "Nuestra filosofía es apostar por equipos a medida con mayor valor añadido, no grandes producciones en serie de cualquier puerta", explica su consejero delegado.
Así, la firma valenciana que tiene capacidad para producir 15.000 puertas anuales en su factoría de Massalfalssar empezó a desarrollar nuevos productos, primero para sectores industriales, como puertas enrollables y cortafuegos. El siguiente paso les llevó a desarrollar puertas para las denominadas salas blancas, los espacios esterilizados para laboratorios e industrias farmacéuticas y cosméticas. El último salto en esa estrategia han sido las destinadas a quirófanos y zonas sensibles de hospitales, para las que han trabajado en la utilización de materiales con biocidas.
Un segmento que tras el tirón por la pandemia ya supone el 15% de las ventas totales y en el que Infraca confía para la senda de la recuperación, que ya ha percibido en el primer trimestre de este año. "Estamos cumpliendo el presupuesto previsto y nuestro objetivo para este año es llegar a los 25 millones, con lo que superaríamos el nivel previo a la pandemia", destaca su consejero delegado.
Atajar riesgos
Una mejoría que pese a todo también cuenta con sus obstáculos. "Las materias primas están disparadas, pero el problema ya no es tanto el precio como el riesgo de desabastecimiento. En nuestro caso en diciembre decidimos tanto aquí como en todas las filiales contar con sobrestocaje de materias primas precisamente por el temor a que hubiese nuevos cierres", apunta Moreno. Por ejemplo, Infraca utiliza chips de silicio para el control de sus puertas similares a los que se suministra a la industria de la automoción. "En un principio nos daban plazos de entrega de 6 semanas, luego pasó a 12 y ahora están en más de 32 semanas. Optamos por aprovisionarnos para todo el año y almacenarlos nosotros mismos para evitar lo que está pasando ahora", comenta.
La empresa valenciana, con 150 empleados, de los que un centenar trabajan en España, también ha sufrido en sus propias carnes los problemas del transporte marítimo mundial. "Hemos llegado a tener un contenedor parado en Colombia durante 22 días. Ya no es la subida de precios, es un tema de dar servicio, esperamos que poco a poco vuelva a la normalidad".
Precisamente el crecimiento internacional y la innovación son dos de los pilares en los que se basa el plan estratégico de Infraca, con el que se ha marcado el objetivo de doblar sus ventas en 2025 y de que cerca del 90% procedan de fuera de España. "Una de las cosas de las que me siento más orgulloso es que desde que asumí la dirección hemos multiplicado por cinco la inversión en I+D. Tenemos claro que tenemos que centrarnos en dar servicios de valor añadido desde España", subraya Moreno, que destaca que trabajan en nuevos materiales y aplicar la tecnología de Internet de las Cosas (IoT) a sus puertas.
Plantas en tres países
Una de las lecciones que Infraca aprendió de la anterior crisis, la de 2008, fue la necesidad de diversificar su negocio geográficamente. Por ello los cinco socios fundadores apostaron por internacionalizar la compañía. En 2012 instaló su primera planta en el exterior, concretamente en Perú, a la que le siguió otra en México en 2014 y en India en 2018. Pese a la pandemia, en los últimos meses ha abierto oficinas comerciales en Marruecos, Vietnam y Tailandia.