Empresas y finanzas

Alberto Cisterna (Enterprise Ireland): "Las exportaciones han permitido a Irlanda crecer un 3% pese a la pandemia"

Leo Varadkar, viceprimer ministro de Irlanda, en la presentación de Ready for a Green Future.

La economía de la Unión Europea cayó de media un 6,8% en 2020, mientras que la de la OCDE retrocedió un 4,9%. Sin embargo, Irlanda tuvo un crecimiento de su Producto Interior Bruto (PIB) del 3% el pasado año, en buena medida por sus exportaciones relacionadas con la pandemia y gracias a la diversificación de una economía que hace más de un lustro tuvo que replantearse su estructura económica ante el Brexit que se avecinaba. Así lo señala Alberto Cisterna, manager para España y Portugal de Enterprise Ireland, quien destaca las interesantes oportunidades que ven las empresas irlandesas en nuestro país.

¿Cuál es la labor de Enterprise Ireland?

Enterprise Ireland es la agencia oficial de exportación del Gobierno de Irlanda y ayuda a las empresas indígenas a conectarse con compradores internacionales. Nuestro objetivo es ser la puerta de innovación en España para que conozcan la oferta irlandesa y construir lazos fuertes y relaciones sostenibles con los compradores.

¿Qué encuentran las empresas irlandesas en España?

España es la casa de muchas grandes multinacionales con presencia global, como Telefónica o Iberdrola, lo que hace que el ecosistema en España sea muy importante para Irlanda, donde hay un mercado potencial muy grande en categorías como la ciberseguridad. Irlanda es una gran potencia en tecnología digital con diez centros de desarrollo y más de 60.000 trabajadores en el sector.

Por ejemplo, en la categoría de fintech, los bancos son early adopters -adoptan la tecnología de forma temprana-, solo hay que ver la digitalización tan rápida que han hecho. Y hay muchas empresas irlandesas en temas de pagos o de autenticación biométrica que han visto que hay un mercado muy importante.

Además, las exportaciones hacia España también se producen en la tecnología médica y farmacéutica e ingenierías. De hecho, desde Enterprise Ireland no hemos notado una reducción de las exportaciones en 2020 a pesar de la pandemia. En total, las relaciones comerciales entre España e Irlanda ascienden a 8.700 millones de euros, con una balanza comercial a favor de Irlanda en unos 1.400 millones. La principal categoría de productos son los productos farmacéuticos, que en ambas direcciones son casi 1.000 millones.

Irlanda fue la única economía de la UE que creció en 2020. ¿Qué tenemos que aprender de ellos?

Los buenos resultados del año pasado son fruto del trabajo de los últimos años. Hay que comprender las características de la economía irlandesa. Irlanda es una economía muy abierta donde las exportaciones representan casi el 110% del PIB de Irlanda, frente al 35% de España o el 50% de Alemania. Se trata de un país con un tejido industrial muy fuerte, con un ángulo tecnológico muy elevado y que ha tocado productos que en la pandemia han sido muy necesitados, como el del equipamiento médico o el farmacéutico. En ese sentido, Irlanda ha sido el quinto país mayor exportador del mundo en productos relacionados con la Covid, pese a ser un país que no llega a los 5 millones de habitantes. Por otra parte, su enfoque tecnológico ha hecho que se viese menos afectada por la falta de movilidad que ha traído la pandemia.

¿Cómo se han visto alteradas las actividades de Enterprise Ireland con la pandemia?

En los primeros meses empezamos a ver que era muy difícil hablar con compradores comerciales, pero empezamos a recibir muchas llamadas de empresas irlandesas que tenían un enfoque postpandémico, que querían emplear el momento para conocer de forma cualitativa el mercado español. Y hacia mayo o junio de 2020 las empresas españolas pasaron por la misma transición.

La expansión del coronavirus prácticamente coincidió en el tiempo con la salida de Reino Unido de la UE. ¿Cómo están sufriendo las empresas irlandesas este primer año tras el Brexit?

El acuerdo entre UE y Reino Unido nos dio claridad acerca de cómo van a ser esas relaciones comerciales entre ambos. Desde el 1 de enero de 2021 ya existen los nuevos procesos de aduanas. Nuestra prioridad es apoyar a las empresas irlandesas en esa transición y esa nueva normalidad teniendo en cuenta esas obligaciones. Para ello lanzamos subsidios y ayudas, como Enterprise Ireland Ready for Customs, para dar apoyo financiero a las empresas que quieran mejorar su capacidad de conocimiento aduanero y de agilidad. Entre 2018 y 2019 apoyamos con 125 millones de euros a las empresas más expuestas por el Brexit, y otros 40 millones en 2020.

Además, en los años previos hemos intentado prepararlas para lo peor, con programas como Prepare for Brexit, que a partir de 2016 hacía un diagnóstico a las empresas para informarlas de cómo podía afectarles el Brexit y a partir de ahí animarles a tomar decisiones de diversificación.

En este sentido, sabíamos que Reino Unido iba a seguir siendo un socio de gran importancia para Irlanda pero había que avanzar hacia la diversificación de mercados, y la estrategia está funcionando. En 2019 las exportaciones de las empresas indígenas irlandesas hacia la eurozona crecieron un 15%, y un 11% en España. Actualmente, el primer mercado de exportación es EEUU, el segundo es Reino Unido y el tercero es la eurozona, y dentro de la eurozona España tiene cada vez un papel más importante.

Con motivo del Día de San Patricio, que se celebra el 17 de marzo, habéis lanzado una campaña llamada 'Ready for a Green Future'. ¿En qué consiste?

En el marco de la lucha contra el cambio climático y del Acuerdo de París, nos hemos propuesto dar voz a los principales innovadores 'verdes' de Irlanda, en materia de acción climática, de la reducción de huella de carbono, etc. que están solucionando desafíos técnicos muy importantes y están ayudando y potenciando soluciones de sostenibilidad. Para ello hay compañías que se están especializando en unos procesos de construcción más limpia, en reducir los desechos de la agricultura o los residuos energéticos en las ciudades.

El cambio climático es una amenaza global que necesita una solución global e Irlanda está comprometida con una recuperación más verde tras la pandemia. De hecho, el país está en el quinto puesto del Green Future Index 2021, un ranking que compara los progresos de 76 países en su compromiso con la reducción de emisiones de carbono.

¿Hasta qué punto las relaciones entre España e Irlanda caminan hacia la sostenibilidad medioambiental?

Cada vez estamos viendo más empresas irlandesas e inversiones españolas en irlanda en este sentido, especialmente en el sector de la construcción, con un componente de sostenibilidad importante, donde en 2019 las compañías irlandesas doblaron sus exportaciones en España. Ha aumentado la construcción de áreas de alta tecnología, centros de datos de hiperescala, plantas farmacéuticas... España en estos terrenos ofrece muchas oportunidades para las empresas constructoras.

En general, en los tres últimos años hemos visto un crecimiento de tecnologías limpias en España y Portugal y son empresas que ayudan en esa transición en la sostenibilidad, con plataformas de software para ayudar a reducir el malgasto en agricultura, residuos energéticos, implantar soluciones, etc. Por ejemplo, Abbey Machinery inyecta los purines en los campos para evitar el impacto en cuanto a amoniaco, y Crowley Carbon ofrece un software para que la industria o la actividad manufacturera reduzca el gasto energético. Hay una tendencia clara a este respecto.

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