"¿La triple Whopper? Lleva tres días a la venta y prácticamente no nos han pedido ninguna". Son palabras de un camarero que trabaja en un restaurante de Burger King en el centro de Madrid. "La gente está preocupada después de todo lo que ha salido en los medios y no quiere cometer excesos", asegura este empleado.
Pero, entonces, ¿por qué lanza la cadena norteamericana una hamburguesa gigante de tres pisos y casi 1.300 calorías?
Según explican fuentes del sector, "es probable que tuviera preparado el lanzamiento mucho antes de que se desatara la polémica con el Ministerio de Sanidad por la publicidad de sus productos XXL, por lo que parece que se trata, sobre todo, de una estrategia de marketing". Que hablen de nosotros aunque sea mal, deben de pensar en Burger King.
Así que tenga a mano un digestivo. Si se come la súper hamburguesa y la acompaña de patatas y Coca-Cola gigante, estará ingiriendo casi 2.000 calorías. Comida rápida y efecto inmediato sobre la báscula y la salud.
Sanidad actúa
Claro que las autoridades sanitarias no están dispuestas a quedarse calladas y la Agencia de Seguridad Alimentaria ha pedido ya explicaciones a la empresa. "Nosotros no podemos hacer nada si no realizan publicidad. El compromiso que alcanzaron es no promocionar las raciones grandes, pero otra cosa es que puedan venderlas. Nos puede parecer una barbaridad, pero en ese caso no podemos hacer nada", asegura Héctor Alonso, portavoz de la Agencia.
¿Y qué hará Burger King?
De momento, la compañía se ha comprometido a paralizar todas las acciones publicitarias que estaban previstas para no encender aún más la mecha. Pero eso sí, mantiene la de la Triple Whooper. "Es cierto que nos hemos comprometido a revisar con la Agencia las promociones del futuro, pero esta campaña ya estaba preparada y empezará esta misma noche [por ayer]", asegura una portavoz de la empresa.
Y la agencia, un organismo dependiente del Ministerio de Sanidad, no ha sido el único que ha pedido explicaciones a la empresa. La Fehrcarem, la patronal de las cadenas de restaurantes, ha reclamado también a Burger King que cumpla con sus compromisos y retire los anuncios publicitarios. La Federación Española de Hostelería, la organización en la que está integrada Fehrcarem, se muestra contundente al respecto.
La patronal, molesta
"No sabemos por qué han actuado así, pero está claro que se han desmarcado de los compromisos que adquirió el sector con el Ministerio de Sanidad para luchar contra la obesidad. Les hemos pedido que no hagan más publicidad en esta línea", dice José Luis Guerra, secretario general de la patronal que defiende los intereses de los bares y restaurantes españoles.
Los expertos en endocrinología advierten que el nuevo producto de Burger King es un arma letal contra el sistema cardiovascular. "La cantidad de grasa que tiene es abusiva en proporción con las calorías", dice uno de los médicos consultados por este periódico, que prefiere mantener el anonimato. La Triple Whopper duplica el aporte de grasas que necesita un adulto al día. En teoría, éstas no deben suponer más del 30 por ciento de los alimentos consumidos y esta hamburguesa aporta el 60 por ciento de la grasa total. Lo peor es que la súper hamburguesa tiene unos 250 gramos de carne y 30 de queso, lo que equivale a unos 300 miligramos de colesterol aproximadamente, cien más del tope que recomiendan los dietistas para todo el día. Y es que el nuevo producto de Burger King ha batido todos los records. Tiene casi 700 calorías más que la Whopper tradicional, 300 más que la Big King XXL, que ha enfrentado ya a Burger King con Sanidad, y 500 más que la Big Big Mac de McDonald's.
Legislación como en el tabaco
Los expertos reclaman al Ministerio de Sanidad que actúe al igual que ha hecho ya con el tabaco o las empresas de bebidas alcohólicas. "No es lógico que la publicidad de un alimento como una hamburguesa de gran tamaño, que tiene una cantidad de kilocalorías extraordinaria, que alberga una importante dosis de grasas polisaturadas y que va especialmente dirigida a los más jóvenes, no esté moderada por parte de la Administración", asegura Agustín Domínguez Díez, secretario de la Sociedad Española de la Cirugía de la Obesidad (Seco).
Para Domínguez es fundamental que tanto empresas como instituciones públicas aborden "urgentemente" el problema de la obesidad infantil. El 14,5 por ciento de los españoles sufre ya obesidad y el problema, lejos de frenarse, va en aumento.
Pero no hay que olvidar que la última palabra la tienen siempre los consumidores y la mayoría, de momento, no quiere ni oír hablar de este tipo de productos. Basta darse un paseo por cualquiera de los Burger King que hay repartidos en Madrid para percatarse del poco éxito que tienen las hamburguesas gigantes. "Yo no he probado la Triple Whopper porque me parece excesivo su tamaño. Pero a mí lo que diga Sanidad me da igual, yo tomo mis decisiones a razón de cómo me encuentro", afirma uno de los consumidores a su salida de un establecimiento de la cadena de comida rápida.
Libertad de comunicación
Sobre la intervención de Sanidad, y según ha comprobado este periódico, la opinión de la gente es unánime. Sanidad no debería intervenir ni prohibir el acceso a este tipo de alimentos, en el caso de que tuviera potestad para ello. Hay quien incluso cree que la publicidad no es perjudicial.
"Creo que los medios de comunicación están sacando una polémica de donde no la hay. Los anuncios no son tan influyentes sobre nosotros como dicen, y mucha gente que va a estos sitios busca hamburguesas grandes. Si realmente se promocionara algo que es tan perjudicial para la salud serían tan tajantes como lo fueron con el alcohol y el tabaco. Es decir, darían más información al público que vaya a estos sitios, tanto de las grasas como de las calorías que van a ingerir", explica otro ciudadano.
La batalla de las grasas y las calorías está servida. Burger King ha levantado el hacha de guerra con la Triple Whopper y Sanidad podría responder esta misma semana con acciones legales.