Cuestionada por los Estados miembros, sobre todo desde su Alemania natal, y criticada por algunos en el Parlamento Europeo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, acudió este miércoles al pleno de la Eurocámara para entonar un mea culpa por la marcha de la estrategia de vacunación.
La alemana reconoció que fueron "demasiado optimistas" al estimar el ritmo de producción, y "demasiado confiados" al esperar que las farmacéuticas enviarían a tiempo las dosis acordadas. Von der Leyen también "lamentó profundamente" haber propuesto introducir inicialmente controles fronterizos entre Irlanda e Irlanda del Norte (territorio británico) para controlar la exportación de vacunas, un error que pudo haber dinamitado la paz en la isla, pero que corrigió tras el cruce de llamadas con Dublín y Londres.
"No estamos donde queremos estar", dijo ante un pleno casi vacío por las medidas de seguridad frente a la pandemia. La UE ha vacunado hasta ahora al 3,9% de su población, frente al 12,8% de EEUU y el 19,2% del Reino Unido.
Hasta ahora, la Comisión ha gastado unos 2.700 millones de euros, y otros 750 millones los Estados miembros, para adquirir unas 2.300 millones de vacunas. La Comisión espera recibir alrededor de 400 millones de dosis para finales del segundo trimestre.
La Comisión ha creado un grupo de trabajo para abordar estos problemas de producción con la industria
Pero a pesar de los tropiezos y reveses, Von der Leyen defendió la estrategia europea de compra conjuntas, para asegurar que todos los socios accedieran a las vacunas. También respaldó el proceso de autorización de vacunas de la Agencia Europea del Medicamento, que retrasa tres o cuatro semanas más el aprobado. Frente a las críticas recibidas desde algunos socios como Austria, Von der Leyen subrayó que se trata de "una inversión esencial para establecer confianza y seguridad" en los fármacos.
Von der Leyen sigue manteniendo que el objetivo es vacunar al 70% de la población adulta para finales de verano. Pero para conseguirlo, se tienen que superar cuellos de botella importantes en el sistema de producción de vacunas actual. Diplomáticos y fuentes comunitarias cuestionan que la Comisión tenga un plan sólido para conseguir ese objetivo y superar las barreras actuales. Según recordó Von der Leyen, la Comisión ha creado un grupo de trabajo, liderado por el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, para abordar estos problemas de producción con la industria. La alemana puso como ejemplo que dos moléculas sintéticas son responsables de uno de los principales cuellos de botella. Explicó que con 250 gramos de esas moléculas, se podrían fabricar un millón de vacunas.
Además, el Ejecutivo comunitario también está en estrecho diálogo con la industria farmacéutica para estar más preparados frente a las nuevas variantes del virus que puedan llegar, y quiere favorecer el intercambio de información entre clínicas y laboratorios. "Todavía no tenemos una imagen completa respecto a la efectividad de los tratamientos y vacunas para las nuevas cepas", dijo.