Madrid, 28 nov (EFECOM).- Ausbanc Consumo pidió hoy al Gobierno que la nueva ley que regulará próximamente el mercado hipotecario se extienda a los "aproximadamente 1,7 millones" de préstamos que ya están en vigor, porque de lo contrario, el texto se convertiría en "papel mojado".
Así lo explicó hoy en rueda de prensa la secretaria general técnica y de organización de Ausbanc Consumo, María José Lunas, al tiempo que criticó que el nuevo texto "se nos ha vendido como una mejora de la transparencia y de la protección al consumidor" cuando la realidad es que ha sido redactado sin contar con los consumidores "ni con las asociaciones independientes".
A juicio de Ausbanc, la nueva ley debería establecer límites a los tipos de interés máximos que pueden cobrar las entidades financieras por los créditos que conceden, con el objetivo de "evitar la usura", algo muy importante en un momento de tipos al alza como el actual.
Además, esta medida también serviría para poner límites a las elevadas tasas finales que cobran las refinanciadoras o reunificadoras, dijo Lunas, al tiempo que pidió que se regule la actividad de estas empresas, que al no ser entidades financieras no están controladas por el Banco de España.
Según Lunas, la nueva Ley también debería eliminar por completo los impuestos y gastos relacionados con las hipotecas para adquisición de vivienda habitual, que suponen en torno al 10 por ciento del total del préstamo, o en su defecto, que este importe se pueda fraccionar en dos o tres pagos sin intereses.
Otro punto que a juicio de Ausbanc debería incluir la nueva ley es que se pueda ampliar el plazo de devolución de un préstamo hipotecario sin que la entidad lo autorice expresamente y sin que nos cueste dinero, "siempre y cuando el incremento no supere el 30 por ciento del plazo que reste de la hipoteca".
También pidió que se impida que los titulares de una hipoteca contraten seguros de vida con una empresa perteneciente al mismo grupo que el banco o caja que les han concedido el préstamo.
Por último, la representante de Ausbanc expresó su preocupación por el hecho de que la nueva norma convierte a los préstamos hipotecarios "en una especie de cajón de sastre" que garantiza todo tipo de operaciones, de forma que se plantea la posibilidad de perder la vivienda por un impago "puntual" de otro bien adquirido posteriormente, como un automóvil.
La reforma del mercado hipotecario, la primera que se produce desde 1994, se estaba haciendo muy necesaria después del enorme crecimiento que ha tenido este mercado en los últimos años, en un país donde más del 90 por ciento de la población es propietaria de su vivienda, dijo Lunas. EFECOM
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