La industria del capital riesgo ha conseguido mantener el nivel de actividad en España pese a la pandemia y ha registrado un 765 operaciones durante 2020, según los datos revelados por la patronal del sector, Ascri. Una cifra récord en comparación con otros ejercicios, aunque son solo cinco más que en el conjunto de 2019, pero que destaca en un momento de incertidumbre global por el coronavirus. Sin embargo, el volumen de las operaciones ha caído el 35% respecto a 2019, llegando a 5.516 millones de euros, tras varios ejercicios batiendo récord históricos de inversión. La mejora en los últimos meses del año ha moderado la caída.
El fuerte descenso está provocado por la escasez de grandes operaciones, que son las que más alteran el mapa de inversión del capital riesgo en el país. Estos megadeals son protagonizados por inversores internacionales, que al igual que los fondos nacionales tuvieron que pasar los meses más duros del confinamiento dedicándose casi en exclusiva a ayudar a las compañías de su porfolio. No obstante, el coronavirus no ha provocado una reducción del apetito internacional por España y los fondos internacionales han protagonizado el 75% de las inversiones del capital riesgo en el país en 2020.
Sin embargo, durante el pasado ejercicio su foco fue para el verdadero tejido empresarial español: las pymes. Así, el mercado del mid-market (operaciones de entre 10 y 100 millones de equity) recibió 1.953 millones de euros de inversión -se mantiene en máximos- en 79 operaciones. También es destacable la evolución del negocio de venture capital (capital semilla), que ha movido 750 millones de euros en 624 inversiones, superando todos los máximos precedentes.
Captación de recursos
En un contexto en el que los grandes inversores internacionales pusieron en stand-by sus desembolsos de capital, es reseñable que la cantidad captada por los fondos nacionales alcanzó la cifra de 2.026 millones, el 6% que en 2019. Para Aquilino Peña, presidente de Ascri, "la industria de Venture Capital y Private Equity ha demostrado su gran capacidad para hacer frente a una crisis como la actual. Los fondos se han encargado de inyectar a sus carteras la liquidez necesaria para hacerlas competitivas y asegurar que el tejido empresarial esté en condiciones de atravesar este período. Junto al sector público, el capital privado es parte de la solución".