
A punto de que concluya este convulso año 2020, los bailes del Ibex han finalizado y KPMG ha vuelto a reinar en las auditorías del Ibex. A partir del ejercicio de 2020, ocho grandes cotizadas cambiarán de verificador de cuentas, siendo KPMG y EY las más beneficiadas. A partir de 2020, la firma presidida por Hilario Albarracín pasará a auditar a catorce entidades, tras hacerse con importantes contratos este año como Naturgy, IAG o el recientemente ganado concurso de Almirall, firma que comenzará a auditar en 2021. Dichos servicios están valorados en una cifra que ronda los 11 millones de euros, que pasarán a formar parte de los ingresos por auditoría de KPMG, que a cierre de 2019 ascendió a 47,8 millones de euros. Para el ejercicio de 2020 también se sumarán los más de siete millones que le reportarán las recientes auditorías de Endesa, Sabadell o Bankia y le harán controlar el 40% del Ibex.
Esta última entidad, sin embargo, apenas contabilizará en los balances de KPMG, pues pasará a manos de PwC una vez que se formalice la fusión entre el banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri y Caixabank –cuyo auditor desde 2018 es esta firma–. Descontando los ingresos de Bankia, KPMG puede llegar a ingresar cerca de 64 millones gracias al nuevo reparto del pastel de auditorías del Ibex.
Por su parte, PwC, con la rotación de Almirall el próximo año, controlará las cuentas de diez cotizadas del Ibex. En el ejercicio de 2019, PwC se llevó 139 millones de la tarta del selectivo, gracias a que controla grandes clientes como el Santander (con el que ingresan más de 108 millones al auditar el negocio en España y el internacional) o Telefónica (18 millones de euros). Sin embargo, esta firma no ha ganado ningún contrato de auditoría nuevo este año en el principal selectivo.
Duelo con EY
Frente a esto, EY se impuso hace escasas semanas en el concurso de otra de las niñas bonitas del máximo índice bursátil español: Inditex, que desembolsó más de 8 millones a Deloitte en el ejercicio de 2019 por estos servicios. La firma presidida por Federico Linares comenzará a auditar las cuentas del gigante textil en 2022, en el mismo ejercicio que pasará a verificar también las cuentas de ArcelorMittal, uno de los últimas compañías en cambiar –también en manos de Deloitte, que ingresaba más de 22 millones por estos servicios–. También incluirá para los ingresos de 2020 lo que desembolse Ferrovial, también estaba en manos de Deloitte. En 2021, EY auditará cinco Ibex, seis para 2022 cuando se incluirán también los trabajos a Inditex.
Desde la entrada en vigor de la reforma de la Ley de Auditoría de Cuentas en el verano de 2016, Deloitte se ha convertido en la firma más perjudicada por la obligación de cambiar de auditor cada diez ejercicios (14 en el caso de tener coauditores), ya que controlaba más de la mitad del Ibex, mientras que ahora solo controla cinco cuentas.
Sin embargo, la firma presidida por Fernando Ruiz ha conseguido virar su estrategia de negocio hacia la consultoría, lo que le ha permitido elevar sus ingresos hasta los 800 millones de euros en 2019. Mientras que hace unos años la línea de negocio de auditoría suponía más de la mitad del negocio de Deloitte, a cierre de 2019 representaba el 28% frente al 47,5% de consultoría. Los expertos explican que el negocio de auditoría es más estable y recurrente en ingresos, por lo que es una de las mejores apuestas en los momentos de crisis.