Si las grandes eléctricas critican los últimos cambios regulatorios, a las pequeñas no se les ha actualizado su retribución, lo que las deja en clara desventaja ante los grandes competidores. En concreto, la Comisión Nacional de la Energía (CNE) no ha pagado a unos 220 distribuidoras de eléctricas, ya que omitió esta variable en la memoria económica de tarifas.
¿El resultado? Según la patronal de estas empresas (CIDE), el principal problema se centra en que no pueden pagar a los promotores de energías renovables que vierten su energía en estas redes, en un momento donde su potencia se ha multiplicado por cuatro. Todo ello deriva en que las pequeñas distribuidoras se encuentran actualmente en una situación crítica y muchas de ellas están a punto de presentar el concurso de acreedores voluntario.
Pago con retraso
La CNE se ha visto en los últimos meses haciendo auténticos malabarismos para poder abonar a las empresas del sector eléctrico. Primero, con la imposibilidad de colocar entre los bancos el déficit de tarifa y ahora con la omisión de este pago en el recibo de memoria económica.
Sin embargo, el regulador, lejos de reconocer esta falta de liquidez, justifica que el pago a las pequeñas distribuidoras se ha atrasado por la falta de personal en el organismo para hacer los cálculos oportunos. En cualquier caso, asegura que, pese a esta demora de la norma, los pagos se activarán el próximo mes de julio.
Pero éste no es su único frente. La entrada en vigor de las tarifas de último recurso (TUR) supondrá que sólo las cinco grandes eléctricas puedan ser suministradores. De esta manera, las pequeñas distribuidoras tendrán que ceder sus clientes "gratis" a los empresas que están en el eslabón más alto. El sector ya se teme lo peor y por ello está inmerso en un proceso de negociación con la Administración para redireccionar la norma, aunque ya prevén presentar un recurso.
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