
la promotora inmobiliaria Aifos ha decidido jugar todas sus bazas para lograr reflotar su empresa, salvada in extremis del concurso de acreedores. Por eso, la compañía ha propuesto a sus 33 entidades financieras acreedoras un plan de refinanción que contempla aplazar el pago del préstamo principal hasta el 31 de diciembre de 2011.
Además, solicita una línea de financiación adicional sin aportar avales o "cuya exclusiva garantía sea segunda hipoteca sobre activos", tal y como especifica la propuesta, a la que ha tenido acceso elEconomista, que se elevó a los bancos y las cajas de ahorro.
Este plan se debatirá entre los acreedores y la compañía, asesorada por los abogados de la firma Landwell-PwC, hasta el 30 de abril de 2009. Durante ese periodo, las entidades financieras no podrán exigir el cobro de la deuda contraída por la inmobiliaria.
Acabar las promociones iniciadas
La idea es que los bancos y cajas de ahorros continúen financiando como hasta el momento actual las operaciones de promoción que tienen concedidas en la actualidad, es decir, que no corten el grifo a un proyecto que se está construyendo. De esta forma, Aifos pretende terminar todas las promociones que están en curso y que suman 4.200 viviendas, de las que 3.200 ya están vendidas.
La financiación adicional solicitada por Aifos es un punto habitual que se suele incluir en las refinanciaciones. La liquidez extra que se pide se utiliza para hacer frente a los principales gastos que genera la actividad ordinaria de la compañía.
No obstante, en caso de conseguir el visto bueno de los bancos, la empresa tendría que responder de los intereses que genere la deuda, de más de 800 millones de euros, en los próximos tres años. Esa sería su única obligación frente a las entidades.
Deuda a cambio de activos
Otro de los puntos que Aifos discutirá con sus acreedores es la entrega de propiedades para canjearla por la deuda. Fuentes de la compañía han explicado que la cartera de suelo de Aifos tiene un valor de mercado que oscila entre 400 y 500 millones de euros, según la última tasación que realizó una firma independiente a finales de 2008.
En concreto, canjearán terrenos y promociones de viviendas terminadas, señalaron las mismas fuentes. Los ingresos que se embolsen por estas ventas irán destinados, por un lado, a amortizar la deuda pendiente con cada una de las entidades financieras y, por otro lado, a compensar la aportación al crédito sindicado.
Este plan fue presentado ante el juez encargado de decidir sobre la necesidad o no de declarar el concurso de acreedores de la compañía. Finalmente, el concurso fue retirado por la entrega de dos avales por parte de Aifos a los proveedores, representados por Iure Abogados, que reclamaban el concurso por una deuda de 542.000 euros.