
Además de la vacuna, AstraZeneca también ultima su tratamiento contra el coronavirus. Se trata de una combinación de anticuerpos que tiene un doble objetivo: por un lado persigue prevenir el contagio, pero también tiene potencial para tratar la enfermedad provocada por el virus. El fármaco se someterá a dos ensayos clínicos de última fase para ver su efectividad en cada una de sus herramientas terapéuticas y cuenta con una inversión del Gobierno de los Estados Unidos de 486 millones de euros.
Según detalla la compañía británica, un ensayo evaluará la seguridad y eficacia de AZD7442 (nombre provisional del tratamiento) para prevenir infecciones hasta por 12 meses en aproximadamente 5,000 participantes. El segundo ensayo evaluará la profilaxis posterior a la exposición y el tratamiento preventivo en aproximadamente 1,100 participantes.
AstraZeneca planea suministrar hasta 100.000 dosis a partir de finales de 2020. Por otra parte, el gobierno de EE. UU puede adquirir hasta un millón de dosis adicionales en 2021 en virtud de un acuerdo sellado por separado. El tratamiento tiene similitud con el recibido por el presidente Trump la semana pasada y que es propiedad de Regeneron.
"Este acuerdo con el gobierno de los Estados Unidos ayudará a acelerar el desarrollo de nuestra combinación de anticuerpos que tiene el potencial de proporcionar un efecto inmediato y duradero tanto en la prevención como en el tratamiento de las infecciones por Covid-19", explica el CEO de la compañía británica, Pascal Seriot. "Evaluaremos la combinación en diferentes entornos, desde la profilaxis hasta el tratamiento ambulatorio y la hospitalización, con un enfoque en ayudar a las personas más vulnerables", añade.
El medicamento está avanzando por las fases de ensayos clínico a velocidad de vértigo. Fue en agosto cuando la compañía comunico que comenzaba a trabajar con el con él tras una primera inversión de las autoridades estadounidenses por valor de 20 millones de euros.
No impactará en las cuentas
AstraZeneca también ha informado que no se prevé que el acuerdo afecte la orientación financiera de la compañía para 2020, ya que la financiación del gobierno de los EE. UU. se compensa con los gastos para avanzar en los ensayos clínicos del tratamiento, así como en el proceso de fabricación y los costos de ampliación. Si los ensayos de Fase III resultan exitosos y el medicamentos se convierte en un medicamento aprobado, la compañía anticipa proporcionar el medicamento en términos comerciales durante y después de la actual pandemia de coronavirus. Es decir, mientras que con la vacuna AstraZeneca ha decidido venderla a precio de coste, este fármaco, de llegar a buen puerto, buscará una financiación de mercado en los distintos países.