
La cadena de alimentación valenciana cerró 2008 con un beneficio neto de 320 millones de euros, cifra que supone una disminución del 5% con respecto al obtenido en el ejercicio anterior. El descenso de las ventas debido a la crisis es una de las causas de sus menores resultados. Según Roig, hay que adaptarse para hacer frente a "la Tercera Guerra Mundial, pero sin balas" que se está librando.
Pese a que las ventas de la cadena aumentaron un 10%, hasta alcanzar los 15.379 millones de euros, Roig manifestó que habían "fallado" y achacó a la menor facturación el hecho de "no haber alcanzado el beneficio previsto por un 1%".
Además, también ha influido la bajada de precios "a toda velocidad" llevada a cabo por la cadena desde octubre para adaptarse a la situación, y a los 15 millones de euros que "costó" la huelga de transporte del pasado mes de junio.
"Guerra Mundial sin balas"
Reconoció que la crisis externa les ha "explotado en la cara" y "ayudado a despertar" del "amuermamiento" en que se hallaban sumidos, tras diez años de crecimientos de dos dígitos. "Nos habíamos dormido y alejado de nuestro modelo, creíamos que el éxito del pasado nos garantizaba el futuro", resumió Roig, quien destacó que "la abundancia se ha acabado".
En su opinión, "todos" deben "cambiar" para hacer frente a "la Tercera Guerra Mundial, pero sin balas y sin bombas". Roig señaló que "los que no se adapten, no sobrevivirán" y añadió que mantenerse en esta "economía de guerra" será un proceso "muy duro", que requerirá trabajar "más y mejor" para elevar la productividad.
En este sentido, explicó que la cadena valenciana afronta 2009 con el objetivo claro de continuar con la bajada de precios del 10% acometida desde el pasado mes de octubre, hasta bajarlos un 17% de media este año. Esta iniciativa supuso un recorte mensual de 100 millones de euros y 60.000 clientes más al día, logrados gracias al menor coste de las materias primas, a admitir únicamente las subidas de precio que estaban justificadas por un aumento de costes, eliminar "todo lo que no añade valor" al cliente, disminuir beneficios y "prescribir" la mejor opción.
En cuanto a las ventas, prevé alcanzar los 15.500 millones, incrementar su volumen de productos un 15% y perder "entre un 4 o un 5%" de facturación, con lo que sus beneficios "se reducirán a la mitad este año".
Toca apretarse el cinturón
Por otra parte, tras defender que las medidas políticas deben orientarse a crear empleo en vez de a "mejorar el desempleo", consideró que la sociedad civil "no está reconociendo" la crisis, y remarcó que se ha acabado la abundancia y que hay que "cambiar la forma de vida".
"Todos nos hemos pasado diez pueblos y ahora nos toca a todos apretarnos el cinturón", puesto que "estamos esperando que Obama nos lo solucione, y Obama no nos va a solucionar la crisis", sentenció.
El presidente de Mercadona apuntó que "después de hacer los deberes" al frente de la compañía, es el momento de "exigirle al resto de la sociedad, a políticos, empresarios y trabajadores, que todo el mundo se ponga a trabajar para salir de la crisis tan espectacular que atraviesa todo el mundo y España en particular".