
El 737 MAX de Boeing está cada vez más cerca de volver a los cielos. La Agencia Europea de Seguridad Aérea (Easa) completó el viernes pasado los vuelos de prueba del avión y ahora se prepara para analizar datos obtenidos de cara a la Junta de Evaluación de Operaciones Conjuntas. En el encuentro, que tendrá lugar esta semana en Londres, participarán representantes de la FAA, de la Transport Canadá, de la Easa y de otras agencias internacional como, la de Brasil, y se discutirá si el modelo está preparado para volar.
La Easa ha trasladado que está tratando de devolver el avión Boeing 737 MAX al servicio "lo antes posible, pero sólo si estemos convencidos de que es seguro". Así, si todo sale bien, el modelo podría recuperar el vuelo a lo largo de octubre, lo que implica que llevaría más de año y medio parado en tierra. El fabricante norteamericano ha asegurado que espera que avión vuelva a estar operativo a lo largo del cuarto trimestre de 2020, lo que implica retrasar de nuevo sus previsiones ya que preveía haber logrado todos los permisos a mediados de año.
Esta semana se reúnen las agencias de seguridad para analizar los datos de las pruebas y valorar su vuelta
El respaldo de Easa se considera clave para obtener apoyo global para el MAX después de que la reputación de la Administración Federal de Aviación de EEUU se viera dañada por las dudas sobre su diligencia a la hora de evaluar la seguridad del modelo en un primer momento a la vista de las informaciones que han ido saliendo tras los dos accidentes.
Tal y como informó la agencia europea y recoge la web Simple Flying, las pruebas de vuelo del 737 MAX comenzaron el pasado ocho de septiembre y se han realizado en Vancouver (Canadá), debido a las restricciones de viaje fijadas por el Covid-19. La FAA concluyó tres días de vuelos de prueba de certificación con el modelo el 1 de julio.