El modelo de producción agrícola español y europeo se reivindica como uno de las más sostenibles del mundo, un reto en el que el sector quiere seguir avanzando pero sin perder la competitividad que pueden aportar los avances tecnológicos, el conocimiento acumulado y lograr el equilibrio entre sostenibilidad medioambiental y económica.
Ésta fue una de las principales conclusiones del Observatorio sobre "El papel del sector agrícola en la reconstrucción" organizado por elEconomista con el patrocinio de Bayer Crop Science y en el que Fernando Miranda, secretario general del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación; Protasio Rodríguez, director de la División Crop Science de Iberia y del Cluster Mediterráneo de Bayer; Pedro Gallardo, presidente de Alianza por una Agricultura Sostenible (ALAS); Roberto García Torrente, director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar y Gabriel Trenzado, director del Área Internacional y de la UE de Cooperativas Agro-Alimentarias de España, han analizado los principales retos a los que se enfrenta la actividad agraria y, muy especialmente, las estrategias medioambientales presentadas por la Comisión Europea.
Un papel clave en la crisis
Todos los expertos han reivindicado durante el encuentro la labor realizada por el sector durante estos meses de crisis por el Covid 19 y coincidieron en cómo la imagen del sector se ha visto reforzada. Fernando Miranda aseguró que esta pandemia ha servido para reivindicar el papel de la alimentación. "Somos uno de los países occidentales que hemos tenido menos roturas de stock. La alimentación siempre ha sido importante pero como siempre ha estado garantizada, nunca hemos sido conscientes de lo importante que es. Con esta situación hemos visto lo bien que funciona la cadena desde el agricultor hasta los que reponen las tiendas".
Desde Bayer han sido partícipes apoyando a los agricultores en todo momento. "No hemos parado las actividades de producción en nuestra planta de Valencia, por ejemplo. También hemos querido estar cerca con aportaciones al sistema sanitario y a algunas iniciativas de los agricultores por valor de cerca de un millón de euros", comentaba Protasio Rodríguez.
Por su parte, Trenzado cree que si algo les ha proporcionado la pandemia es una visibilidad mayor. Ya que a pesar de ser un sector básico y esencial, está poco valorado. "Para el futuro no solo tenemos que comunicar a la sociedad, tenemos que trabajar para que no solo sea valorado en los momentos difíciles sino en el siempre".
España es la segunda balanza comercial agroalimentaria de la UE
Durante el encuentro también se habló sobre las posibilidades que tiene el sector para corregir los desequilibrios de la cadena. Miranda destacó la incorporación de valor como la gran tarea pendiente. "Nosotros no somos un país que podamos competir en productos indiferenciados porque para eso hay otros grandes países con más superficie y recursos...pero en el valor sí". Además, "hemos conseguido llegar prácticamente a todos los mercados del mundo, somos capaces de exportar mucho", añadió. De este modo, recordó como España es la segunda balanza comercial agroalimentaria de la UE.
Precios justos
La opinión de los ponentes sobre la modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria fue otro de los frentes abiertos durante el debate. Y es que, este martes ha sido aprobado el anteproyecto de reforma de dicha ley. Así, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, confía en que la norma pueda ser aprobada por el Consejo de Ministros como proyecto de ley el próximo otoño.
"No es suficiente con colocar el producto en el mercado, sino colocarlo a buen precio"
Con ella, se pretende equilibrar la cadena y promover la transparencia en la formación de precios reforzando la posición negociadora de todos los eslabones de la cadena. Desde el Ministerio, Fernando Miranda denunció como hay cadenas de valor donde sistemáticamente los productos salen por debajo del coste que tienen. "El decreto ley quiere poner fin a esto. No es suficiente con colocar el producto, si no colocarlo a buen precio".
Por su parte, el director de Área Internacional y de la UE de Cooperativas Agro-Alimentarias de España, manifestó que "llevamos muchos años con una PAC que solo pone el acento en políticas compensatorias que son fundamentales, pero no son suficientes. Son las políticas estructurales las que van a poder impulsar esa conexión entre el productor, la innovación, el valor y las estrategias a largo plazo. La ley de la cadena no va a resolver estas cuestiones", advirtió.
Las estrategias medioambientales 'De la granja a la mesa' y 'Biodiversidad 2030' que la Comisión Europea ha planteado y que afectan de lleno al sector agrario centraron buena parte del encuentro. La CE plantea una serie de condiciones y limitaciones como ampliar la superficie de agricultura ecológica hasta el 25% para el año 2030, así como que el 10% de las tierras agrarias se destinen a elementos no productivos; que se reduzca el uso de abonos en un 20% y el de fitosanitarios en un 50%. Además, se abre la posibilidad de incrementar las zonas incluidas en Red Natura 2000.
"No podemos entender que ahora se limiten nuestras herramientas"
Para el presidente de ALAS, Pedro Gallardo, estas estrategias generan mucha incertidumbre. "Para empezar no se ha acompañado de un estudio de impacto para ver cómo va a afectar a nuestro modelo productivo, que ha cambiado mucho en los últimos años. Estamos haciendo ya un esfuerzo importante de producir más con menos, en la PAC actual ya incorporamos el greening y la UE nos impone unos estándares de calidad que son los más exigentes del mundo, pero no podemos entender que ahora se limiten nuestras herramientas", opina.
En este sentido, Fernando Miranda apuntó que "ha habido cambios radicales en materia fitosanitaria o de fertilización y estamos ante una agricultura muchísimo más sostenible. Muchas de las cosas que se nos plantean ya se vienen haciendo", aunque advirtió que la demanda de la sociedad pasa por la sostenibilidad. "Tenemos que acostumbrarnos a que el sector sea el que aporte soluciones y los agricultores protagonicen el cambio y hemos demostrado que tenemos capacidad de hacerlo. Con el 0,52% de la superficie agraria útil mundial somos capaces de ser la octava potencia agroalimentaria mundial. Eso solo se explica con conocimiento, con capacidad de adaptación y de innovación. Tenemos que utilizar la estrategia del judo, que es aprovechar nosotros la fuerza de los demás para conseguir nuestros objetivos".
"Hay que buscar un equilibrio entre el impacto económico y el ambiental"
El director de la División Crop Science de Iberia, señaló que desde su compañía ven una oportunidad para que Europa y, concretamente España, sean referentes mundiales en producir de una de forma sostenible pero sin renunciar a producir. "Hay que buscar un equilibrio entre en el impacto económico y ambiental. Para nosotros hay elementos muy positivos como la promoción de herramientas digitales para ayudar a los agricultores a producir mejor pero no deberíamos poner el énfasis en objetivos cuantitativos, es mucho más relevante medir el impacto ambiental de los productos fitosanitarios y tomar decisiones en función de esto".
Por su parte Trenzado sostuvo que "estamos en un mercado competitivo, estamos hablando de un sector económico en el que los que producen son empresas que tienen que ser rentables: productores, industria y distribución. Si no hay sostenibilidad económica, los menos competitivos son los primeros que se irán del mapa. Sin enfoque colectivo y sin cooperativas, yo veo muy difícil que un agricultor, un ganadero tenga acceso a la innovación, a las oportunidades del mercado exterior y a competir porque si no se va a convertir solo en un productor de materias primas".
"Si no hay sostenibilidad económica, los menos competitivos son los primeros que se irán del mapa"
El presidente de ALAS, asociación integrada por organizaciones como Asaja, UPA o Cooperativas Agro-alimentaria, coincidió en que el agricultor debe ser proactivo a la hora de aportar soluciones medioambientales, pero advirtió de que Europa no puede perder el tren de la tecnología y desaprovechar técnicas de mejora genética como el CRISPR para contar con semillas adaptadas para prevenir el futuro cambio climático.
"La ciencia y la tecnología y las innovaciones que traemos al mercado para producir de una manera más eficiente, sostenible y rentable es fundamental. Y para eso hacen falta herramientas de sanidad vegetal, tanto químicas como biológicas, o la mejora genética convencional o biotecnológica. Pero se necesita un marco seguro y predecible para las empresas", añadió Protasio Rodríguez.
Digitalización
Y es que, el sector no ha parado de evolucionar. Roberto García Torrente pone el foco en cómo se están desarrollando tecnologías para poder ser lo más eficientes posible. "A través de la digitalización, de cómo conocer mejor las necesidades de las plantas, cómo podemos atacar los problemas...todo esto va a permitir mejorar la producción. Muchas veces se asocia a que cuánto más productiva es una explotación más contamina, y eso no es cierto. En muchos casos las más productivas son más eficientes y menos consumen".
"Muchas veces se asocia a que cuánto más productiva es una explotación más contamina, y eso no es cierto"
"Tenemos que procurar, sobre todo a partir de la Administración, que la innovación y tecnología llegue a todos. Desde el más pequeño, al mediano y al gran agricultor. Probablemente los grandes no necesiten la ayuda de la Administración porque tiene sus recursos para buscárselo, pero al pequeño a través de una página web le puede permitir salir al mundo; o a un mediano agricultor la sensorización de su producción. Es necesario darles las herramientas que le permitan la digitalización completa de su negocio", señaló Fernando Miranda.
Protasio Rodríguez destacó que es la digitalización la que permite que las nuevas tecnologías sean accesibles a todos. "Gracias a estas herramientas damos el soporte que antes estaba limitado a las explotaciones mas grandes. Tenemos ejemplos concretos sobre el mercado español en maíz, cultivos hortícolas... Bayer se ha comprometido a reducir un 30% las emisiones de gases invernadero hasta 2030 y un 30% el impacto ambiental de los productos de sanidad vegetal. Creemos que la agricultura digital será fundamental para lograr explotaciones más productivas, eficientes y también más sostenibles y en linea con los ODS".
No obstante, Gabriel Trenzado puntualiza que "la digitalización es un instrumento muy potente que nos ha cambiado la vida a todos, pero no es el objetivo; y eso puede ser un error. ¿Cuál va ser la clave? Que la digitalización sea el instrumento adecuado para aportar valor".
Reconstrucción económica
Otro de los elementos que se destacaron en el Observatorio es que la agroalimentación no se deslocaliza y es clave en la vertebración del territorio del tejido rural de España. "Muchas veces no nos damos cuenta que cuando exportamos un producto agroalimentario el beneficio llega a una población, a una cooperativa... Los agricultores y ganaderos tienen que ser más protagonistas, deben estar más en la primera línea siendo interlocutores del cambio", explica Miranda.
La agroalimentación es clave en la vertebración del territorio del tejido rural de España
Pedro Gallardo, confía en que el sector va a jugar un papel fundamental sobre todo para la vertebración. "Entendemos y asumimos que ha habido un problema de comunicación en el pasado. ALAS precisamente se crea para eso, para ser proactivos y acercar al consumidor los modelos de agricultura", señala.
"Tenemos muchas oportunidades, somos muy buenos productores, tenemos la posibilidad de incorporar más valor a la producción. La sostenibilidad ambiental no lo veo como un peligro para la competitividad. Si estamos a la vanguardia y lo podemos trasladar a otros países nos va a permitir riqueza vendiendo tecnología", concluye el director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar.
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