
Los representantes de las principales empresas de telecomunicaciones españolas han coincidido en la necesidad de suprimir las presiones fiscales que sufre su colectivo y que amenazan la inversión futura en las infraestructuras. Precisamente las redes fijas y móviles se han convertido en una de las tablas de salvación del país durante el confinamiento. Según han explicado los primeros ejecutivos del Grupo Telefónica, Orange España y Vodafone España, la robustez, capacidad, estabilidad, velocidad y seguridad de las redes han permitido a la mayor parte de la sociedad mantener la actividad empresarial, cultural, educativa, laboral, así como alimentar otros intangibles emocionales como las videoconferencias frecuentes con los familiares, amigos y compañeros.
La sesión de apertura del penúltima jornada de la cumbre 'Empresas españolas liderando el futuro', organizada por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), se centró en la innovación y digitalización y puso un especial acento en al importancia de fomentar la relación público-privada, así como en el impulso de las pequeñas y medianas empresas, llamadas de avanzar en su digitalización como estrategia de supervivencia, tal y como abundaron los representantes de Indra, HP, Facebook, Ametic, Digitales y Fundación Cotec, Cellnex, HPE e IBM, entre otros ponentes.
José María Álvarez-Pallete, presidente del Grupo Telefónica, comparó los efectos tecnológicos de la crisis del Covid con el hecho de haberse metido en una cápsula del tiempo y haber viajado cinco años al futuro en digitalización o siete años en el desarrollo del teletrabajo.
Con vistas al futuro, el presidente de Telefónica abogó por la colaboración entre estado y empresa, ya que "el futuro es conjunto". En su opinión, la salida de la crisis pasa por la innovación, que es la única herramienta para "descongelar una economía que durante tres meses ha estado en congelador". El primer ejecutivo de Telefónica también reclamó sustituir "las normas del viejo mundo que no funcionan en el actual", entre ellas ciertas relacionadas con la competencia o definición de los mercados. "Competimos en las llamadas de 4G con gente que no está regulada", por lo que propuso las "mismas reglas y obligaciones por los mismos servicios". Asimismo, Álvarez-Pallete remarcó que las obligaciones fiscales están pensadas con la mentalidad del siglo pasado, al tiempo que se mostró partidario de impulsar un pacto digital para poner a la personas en el centro de la actividad, con "un nuevo contrato social".
Antonio Coimbra, presidente y consejero delegado de Vodafone España, reclamó la puesta en marcha de "un plan digital para la recuperación económica del país", con las redes de telecomunicaciones como "nueva palanca de vertebración territorial, especialmente en las zonas rurales con acceso limitado a las herramientas de la sociedad del conocimiento". Así, el 5G requerirá de un esfuerzo inversor de 5.000 millones de euros", importe que podría ascender hasta los 10.000 millones si se incorporan casos de uso del coche conectado con un cobertura ubicua. "Para esto es necesario una reforma fiscal con el objetivo de lograr simplicidad y predictibilidad en un sector sobretasado. Además, es precisa una subasta de frecuencias que favorezca la inversión para construir una red 5G pionera", indicó. Además, Coimbra abogó por la puesta en marcha de un programa de inversión que debería ir acompañado de "iniciativas del lado de la demanda" para ayudar a más empresas, Administraciones y ciudadanos a estar conectados y equipados digitalmente y, con ello, garantizar que las operaciones y actividades que realicen sean resilientes ante la disrupción asociada al distanciamiento social". La digitalización de la sanidad, la salud y, especialmente la justicia, son otros objetivos prioritarios para lo que propuso "conectar el sistema educativo, sanitario y la administración judicial con calidad de 1 Gbps y trasladar las herramientas digitales a los ciudadanos en un entorno seguro". Coimbra también se mostró prudente respecto al desarrollo del teletrabajo, ya que "resulta prematuro extraer conclusiones en pocos meses", por lo que propuso ponderar muchas funciones y encontrar el equilibrio con la actividad presencial.
Laurent Paillassot, CEO de Orange, coincidió con sus homólogos al reclamar una reducción en la fiscalidad de las empresas, así en como facilitar el acceso a la financiación y combatir la precariedad para volver a la senda del crecimiento. En su intervención en el foro de la CEOE, el primer ejecutivo de Orange España reiteró su compromiso con España y "la firme voluntad de su compañía de seguir adelante con los planes de desarrollo e inversión previstos". Entre las recetas de Paillassot para salir de las crisis destaca la aligeración de las cargas fiscales y tributarias de las empresas, asó como el fácil acceso a financiación. Respecto al sector TIC, Paillassot subrayó la importancia de tomar medidas para favorecer el desarrollo de un sector cuyo comportamiento ha sido esencial y ejemplar durante la crisis sanitaria. En su afán por mejorar la calidad de las redes actuales y la construcción de las infraestructuras del futura, tanto en fibra como en 5G, el CEO de Orange consideró como aspectos claves para el éxito la "simplificación, la modernización y la uniformización de la fiscalidad y de la regulación actuales". En su intervención, Paillassot, también incidió en el papel clave de Europa en estas circunstancias: "España gana si gana Europa", por lo que el país "no solo tiene que establecer estrategias nacionales consensuadas que fomenten la inversión y el desarrollo digital y del país, sino que tiene que impulsar estas estrategias con Europa, porque las nuevas reglas de juego de competencia se desarrollan a nivel mundial, entre continentes". El CEO de Orange lamentó la excesiva fragmentación de las industrias europeas, aspecto que limita la economía de escalas. "Muchas de nuestras industrias necesitan un enorme esfuerzo inversor y, por eso, el tener tamaño importa. Necesitamos campeones europeos con escala, con el tamaño crítico para invertir masivamente y que puedan competir globalmente", añadió.
"Hay una diferencia enorme –insistió- en el nivel de inversiones entre Europa y Estados Unidos en el sector de las TIC. Nosotros, como continente europeo, estamos invirtiendo por habitante la mitad que los Estados Unidos. Y todos sabemos que la inversión de hoy es el crecimiento de mañana".
Apuesta por el 5G
Tobías Martínez, consejero delegado de Cellnex, aseguró que la sociedad ha logrado mitigar los efectos de la crisis sobre la economía gracias la conectividad y así invitó al país a apostar por el 5G para salir reforzada de la situación. También insistió en la necesidad de que las compañías ganan tamaño y desaconsejó "seguir jugando la baza de la competitividad en base a los costes salariales".
Pedro Mier, presidente de Ametic, se mostró partidario de promover un gran pacto para la innovación -que implique a todos los estados y más allá de un legislatura- para elevar la inversión española en I+D+i, actualmente del 1,28%, la mitad que la media europea y muy lejos del 4% de los países líderes. También propuso un consenso de estado para impulsar la formación en habilidades digitales y talento.
Eduardo Serra, presidente de DigitalEs, estimó que la salida de la crisis del Covid-19 "será lenta, con duración notable y una a recuperación con forma de entre 'U' y 'L'. Por ese motivo, reclamó la supresión de incertidumbres y juzgó como "extraordinariamente importante" la colaboración público y privada en un mundo con países enormes que no solo colaboran las empresas con estado "sino que son lo mismo", con capacidad de planificar con 40 años de antelación, como China. "Para no pelear con una mano atada a la espalda tenemos que colaborar ante un objetivo común", añadió en la cumbre de la CEOE.