
Traspasar la puerta del despacho de Mario Losantos, presidente de Riofisa, es como introducirse en su propia vida. Cinco minutos antes de llegar a la sede de esta empresa en Madrid se podía respirar la contaminación, el bullicio de la autovía y el estrés. Sin embargo, al entrar a su oficina todo cambia.
Ha querido hacer de su despacho su propio hogar, con gran sello oriental, rodeado de árboles centenarios y de fuentes en las que puede oír el sonido del agua todo el día. Este 'pequeño' capricho lo ha diseñado así porque pasa más de 14 horas entre esas paredes. "Necesito estar muy tranquilo para concentrarme, por lo que he conseguido aislarme de la tensión de la capital". Sobre todo, después del estreno de la compañía en el parqué el 19 de julio. "Era un sueño y un gran reto salir a bolsa, pero lo hemos conseguido", comenta Losantos.
De hecho, el comportamiento en el parqué ha sido ejemplar, ya que las acciones han subido un 84,4 por ciento desde el debut, un porcentaje muy superior al del Mercado Continuo, que ha ganado un 27 por ciento en este periodo. "Al principio me preocupaba dónde se situaba la cotización <:RFS.MC:> cada día, pero he aprendido a quitármela de la cabeza, porque nuestro proyecto es a largo plazo", comenta con orgullo indisimulado.
Sin embargo, justifica que la buena marcha del valor en estos cuatro meses ha sido gracias a que las acciones salieron a un precio muy adecuado. "Al debutar a 18 euros hemos sido generosos con el accionista, ya que el valor tenía mucho recorrido, pero todavía nos queda mucho camino por delante. Creo que un precio razonable será ver a la cotización de Riofisa entre 50 y 60 euros dentro de dos y tres años. Y es una visión muy prudente", explica entre risas.
Gran interés por la empresa
El propio presidente asegura que hay un gran interés de inversores españoles en conseguir un 5 por ciento de la propia compañía, pero reconoce que ahora mismo no hay papel suficiente en el mercado para comprar un paquete tan grande, ya que Riofisa sólo sacó el 26 por ciento de la compañía. "La entrada de Rosalía de Mera -ex mujer de Amancio Ortega- y de la familia Hidafa en el accionariado es a largo plazo, un hecho que da estabilidad al valor. Estamos estudiando cómo podemos permitir la entrada de nuevos inversores sin que los principales accionistas tengan que vender y sin realizar ampliaciones de capital", comenta.
Además, para conseguir llegar a los deseados 60 euros por título la empresa tiene claro que debe que seguir creciendo a escala internacional. "Vamos a reproducir el modelo de Riofisa, basado en promoción de centros comerciales, en otros países, para mantener un crecimiento vertiginoso, ya que nuestro objetivo es que el mercado internacional represente entre el 35 y 40 por ciento de los resultados". Dice que le gustaría que sus resultados fuesen un 50 por ciento alquiler y un 50 por ciento de centros comerciales.
"El área residencial -venta de viviendas- está un sufriendo una desaceleración clara, por lo que hay que crecer en estos ámbitos. De hecho, casi el 90 por ciento de nuestra cartera residencial está vendida y nuestra presencia ya es testimonial". Los principales ingresos de 2005 vinieron por la parte empresarial -un 53 por ciento-, seguida del residencial -que tuvo un peso del 25 por ciento-.
En esta etapa de expansión, Riofisa explica que su futuro no pasa por poner en venta su compañía, algo que el propio presidente descarta rotundamente. "Sé que Riofisa es un caramelo y sé que hay compañías que están interesadas en adquirirla, pero cuando has elegido un camino de crecimiento y el equipo es joven no hay vuelta atrás. No estamos en venta. Les preguntaría si están en venta ellos", explica de forma muy tranquila. De todas formas, antes de salir a bolsa se fijó un acuerdo en el que no se podían vender el 50 por ciento de la compañía en el primer año de debut.
Una de las ventajas de Riofisa frente a sus homólogas es su bajo apalancamiento financiero -deuda sobre el valor de mercado de sus activos-, que en el primer trimestre se situaba en el 2 por ciento, gracias a la venta del centro comercial Plenilunio (por 266 millones de euros), uno de los más bajos del sector. "Ambición no nos falta, hemos venido para jugar con fuerza y así lo haremos", concluye.