Con tan solo 21 año Jesús Gil Marín fundó, junto a su socio Manuel Marrón, la inmobiliaria Gilmar, una de las firmas del sector con más historia en España. La pasión del directivo por el ladrillo le viene de familia. "Mi padre ha tenido mucha in-fluencia", asegura Gil, que destaca que Jesús Gil y Gil "tenía un sentido especial, que no se ha visto en mucha gente, y una visión que se anteponía muchas veces a los acontecimientos".
A pesar de la admiración que sentía por su padre, Jesús no quería depender de él y por eso fue el único de los hermanos que decidió independizarse del negocio familiar para montar el suyo propio. Junto a Marrón, invirtieron 600.000 pesetas para lanzar una agencia inmobiliaria que vendiera pisos en el centro de Madrid. Hoy la compañía está consolidada en otros mercados, como la Costa del Sol, Sevilla, Cádiz y Las Palmas de Gran Canaria y su abanico va más allá del mercado residencial.
¿Cómo empezó Gilmar el año y que previsiones tienen para el ejercicio con el nuevo panorama tras la pandemia?
Hasta marzo estábamos registrando unas cifras un 20% mejores que las de 2019. Íbamos bien y con muy buenas expectativas. Incluso oficinas que se habían resistido más, como Sevilla o Gran Canaria, tenían un crecimiento muy razonable. En Madrid y Costa del Sol todo marchaba muy bien y estábamos a punto de abrir en Málaga, pero de repente ha llegado esta crisis y ya no sabemos muy bien dónde estamos. La parte buena que subyace de esta situación es que, sin duda alguna, el mejor resguardo para el dinero es el ladrillo. Guardar tus reservas en inmuebles es una garantía. Cualquier otra alternativa, si antes ya eran muy volátiles o con mucho riesgo, ahora lo son más.
"El sector inmobiliario es un valor refugio, las demás alternativas actualmente no son muy buena opción"
¿Esta situación va a generar nuevas oportunidades para los inversores en el sector inmobiliario?
En el mercado de la vivienda, antes la actividad se generaba prácticamente por necesidad, por la creación de nuevas familias o por la destrucción de otras. Sin embargo, desde hace un tiempo la figura del inversor estaba irrumpiendo con fuerza en este mercado y ya se escribía con mayúsculas, pero creo que ahora va a cobrar aún más protagonismo. Como decía, el sector inmobiliario es un valor refugio, las demás alternativas actualmente no son muy buena opción, mientras que los inmuebles puedes alquilarlos, hipotecarlos, donarlos a tus hijos... Hay muchas opciones en torno a un activo inmobiliario.
Antes de que llegara esta crisis, algunas agencias de intermediación inmobiliaria ya estaban cerrando...
Nosotros hemos pasado ya por cuatro crisis desde que empezamos hace más de 35 años. No todas han sido iguales, pero sí que han tenido algo en común, y es que hacen en el sector una depuración importante. Creo que este nuevo escenario lo aguantaremos los que nos hayamos preocupado de cuidar y formar a nuestros agentes. Nuestros comerciales están trabajando ahora casi más que cuando no existía este problema. Estas semanas les estamos dando y reforzando con formación fiscal, jurídica, de idiomas y tecnológica.Los clientes con los que trabajamos son muy buenos en lo suyo y nosotros tenemos que ser los mejores en lo nuestro.
Entonces, ¿cree que con el nuevo escenario el ritmo y volumen de cierres podría acelerarse?
En la crisis de 2008 cayeron cerca del 80% de las empresas, fue muy duro. Aquella crisis tenía un perfil más financiero, pero ahora no solo va a afectar eso, también sufrirá el que no tenga la tecnología adecuada. Es un momento en el que hay que invertir y, por supuesto, no es fácil hacerlo teniendo en cuenta el panorama actual. Nosotros hace meses que ofrecemos la posibilidad de visitar los inmuebles de forma virtual.
"El alquiler ganará peso siempre que haya respeto hacia ese mercado por parte de la Administración"
¿Están cerrando reservas de forma 'online'?
Estamos cerrando operaciones que ya estaban en marcha, y lo cierto es que la tecnología nos está ayudando mucho en las transacciones nuevas, pero al final el cliente necesita salir y pisar el terreno para tomar la decisión final.
¿Espera que la demanda latente se active rápido?
Estoy convencido, por el objeto de transacción que tratamos, que en cuento haya posibilidades se va a volver a la actividad de compraventa con cierta normalidad.
"Los grandes fondos e inversores necesitan tener seguridad y saber que lo que están haciendo hoy no se lo van a cambiar mañana"
Los expertos aseguran que el mercado del alquiler será el más resistente y eso ha llevado a los inversores a apostar por el 'build to rent'. Desde Gilmar, ¿analizan ese mercado?
Trabajamos para los grandes fondos que tienen intereses en el mercado de construir pisos para alquiler. Les buscamos el suelo y asesoramos y participamos en el diseño del producto y después se lo alquilamos o se lo vendemos. Hace un año que este tipo de actividad es prioritaria para ciertos fondos que apuestan por un crecimiento del alquiler en España. Pero hay que tener en cuenta que el alquiler ganará peso siempre que haya respeto hacia ese mercado por parte de la Administración.
¿Qué le pediría al Gobierno?
Yo no soy quien para hablar en nombre de un sector, pero creo que desde las administraciones deberían transmitir mucha confianza. Hay que dar seriedad al mercado inmobiliario. Es un sector que supone muchísimo para la economía del país, y hay mucha gente que se empeña en maltratarlo sistemáticamente. Los grandes fondos e inversores necesitan tener seguridad y saber que lo que están haciendo hoy no se lo van a cambiar mañana y que pueden afrontar posiciones a largo plazo.
Personal: Jesús es el mayor de cuatro hermanos y además del inmobiliario, los caballos son, junto con el campo y la naturaleza, su mayor afición.
Trayectoria: Cursó empresariales en Madrid. Junto a su socio fundó en 1983 la sociedad Consulting Inmobiliario Gilmar. Alcalde de Estepona (1994-99) y también consejero y vicepresidente del Atlético de Madrid (1987-2004).