Los reguladores financieros del Reino Unido dispondrán de mayor poder de intervención en el caso de bancos amenazados de quiebra gracias a una nueva Ley de Bancos que entró hoy en vigor.
La Ley permitirá al Banco de Inglaterra, a la Autoridad de Servicios Financieros y al Tesoro, intervenir más rápidamente para rescatar a los bancos y proteger a los inversores.
Así, en casos extremos, los fondos podrán transferirse rápidamente a otras instituciones y los ahorradores tendrán acceso a sus cuentas en cuestión de días, en vez de semanas.