"Lo importante son las ganas de ayudar de las empresas". Basta ese espíritu para que Cruz Roja Española se encargue canalizar la voluntad de servicio de muchas compañías en actuaciones concretas y efectivas. Daniel Losada, coordinador de la célula de gestión de la operación COVID-19, explica a elEconomista.es la operativa que estos días mantiene Cruz Roja Española para transformar las donaciones y recursos empresariales en ayuda para las zonas que más lo necesitan.
Hasta el momento, más de 1.100 empresas españolas aportan su granito de arena en la batalla contra el COVID-19 con la ayuda de la organización internacional. "Es muy difícil que, por ejemplo, una gran multinacional pueda contactar con la asamblea local de cualquier provincia española para dirigir sus partidas humanitarias". Es así donde entra en acción de esta división de Cruz Roja Española, formada inicialmente por 30 profesionales avezados en todo tipo de emergencias, algunos de ellos con experiencia en operaciones como Ébola en Sierra Leona (2014), terremoto de Nepal (2015), la crisis migratoria en Grecia (2015-2016) o los movimientos de población en Bangladesh (2017), como es el caso de Raquel Bernedo, técnica de la Unidad de Emergencias de Cruz Roja.
La coordinación y el conocimiento de la realidad resulta esencial para que el altruismo de todo tipo de corporaciones y empresas resulte efectivo. Tras poco más de un mes de actividad, la iniciativa Cruz Roja Responde ya se ha convertido en la mayor movilización de la historia de la organización en España, con 40.000 voluntarios, y actualmente con un presupuesto de 11 millones de euros.

La misma operativa actúa de pasarela entre la empresa con convenios con Cruz Roja y los más vulnerables. Todo arranca cuando una compañía decide presupuestar determinada cantidad para combatir los efectos del COVID-19. El siguiente paso consiste en contactar con la organización humanitaria quien a su vez lo canaliza por medio de le referida célula de gestión de la operación. "Valoramos donde pueden apoyar las empresas de la mejor manera posible y no solo a través de acuerdos económicos, sino también con la cesión de servicio. La ayuda es muy diversa. Podemos fletar un avión o gestionar el transporte de material, por ejemplo". De esa forma, Cruz Roja España dispone de "información en tiempo real de lo que está sucediendo y cómo se están realizando las operaciones para ramificar el apoyo de las empresas en favor de las intervención más cercanas al terreno y las necesidades", explica Losada.
Asimismo, Cruz Roja Española desvía a las empresas hacia otras organizaciones que realizan determinadas actividades, como ocurre con la Federación Española del Banco de Alimentos (FESBAL). "En función de las necesidades, la empresas apoyan donde consideran que pueden aportar más valor", recalca el mismo técnico de Cruz Roja.
Según datos de la semana pasada, la organización humanitaria ya ha activado a más de 31.000 voluntarios y ha realizado más de 600.000 acciones de ayuda a los demás, como es el caso de entrega de alimentos y medicamentos a domicilio, traslados sanitarios, alojamiento de personas sin hogar, apoyo psicosocial, acompañamiento y cuidado de mayores, ayuda a escolares con pocos recursos o formación para desempleados.