
Ferrovial dio ayer el primer paso para salir del negocio de Servicios. La compañía española anunció un acuerdo para traspasar el negocio de Australia y Nueva Zelanda, canalizado a través de Broadspectrum, a Ventia, una firma de servicios australiana que está controlada por el fondo estadounidense Apollo, con el 53% del capital, y la filial en el país de ACS Cimic, con el 47%. El cierre de esta operación se espera para el próximo verano. El grupo que preside Rafael del Pino confirmó que sigue adelante con el proceso de venta del resto de la división de Servicios después de que se haya caído la oferta de Apax por España e Internacional, como adelantó este diario el 14 de diciembre, si bien el proceso se dilatará presumiblemente hasta finales de 2020 o, incluso, 2021.
Por Broadspectrum, Ferrovial recibirá 485,5 millones de dólares australianos (303 millones de euros), que incluye capital y préstamo intercompany. El valor de empresa se sitúa en 524,5 millones de dólares australianos (327 millones de euros). La operación implica unas minusvalías de 270 millones de euros en el cuarto trimestre de 2019 para la multinacional española, que adquirió la firma australiana en 2016 por más de 500 millones de euros. No obstante, ahora las actividades de Broadspectrum en Estados Unidos, Canadá y Chile están incluidas dentro del área Internacional.
Apollo consuma con esta compra la creación de un gigante en Australia con la futura integración de Ventia y Broadspectrum, que alcanzarán unos ingresos conjuntos anuales de más de 5.000 millones de dólares (3.120 millones de euros). El fondo estadounidense adquirió hace cinco años a Cimic la mitad de la sociedad. Ayer Ventia Holdings anunció la creación de los cargos de presidente ejecutivo y consejero delegado de Ventia Holdings y el nombramiento para su desempeño de David Moffatt.
Ferrovial continúa con la venta del resto de Servicios, que incluye España, Internacional y Amey (Reino Unido). El valor en libros de esta parte asciende a 1.300 millones, lo que sumados a los 303 millones obtenidos por Amey arrojaría un precio total por la división de alrededor de 1.600 millones, muy lejos de las expectativas del mercado (2.500-3.000 millones). Ahora bien, los múltiplos en este tipo de operaciones apuntan a 6 veces el resultado bruto de explotación (ebitda) y solo España superó en 2018 los 200 millones. En todo caso, ha abierto la puerta a vender tanto por actividades como por geografías el resto de Servicios después de la retirada de Apax del proceso.
El mercado valoró ayer la estrategia pese a las minusvalías con un alza en bolsa del 0,93 por ciento.