
Un tribunal de California ha dictaminado que Kite, compañía adquirida por Gilead en 2017, violó la patente de Juno, propiedad de BMS, en e la terapia oncohematológica CAR-T Yescarta. La resolución no es definitiva y cabe recurso si así se estimase oportuno.
El famoso medicamento contra tumores hematológicos propiedad de Gilead, la CAR-T de nombre comercial Yescarta, ha violado una patente de los laboratorios Juno, propiedad de la compañía Bristol-Myers Squibb (BMS). Así lo dictaminó un juzgado de Los Ángeles (California) el pasado día 13 en una sentencia que no es definitiva y en la que cabe la posibilidad de recurso. El auto ha condenado a Gilead a resarcir los daños con 675 millones de euros.
El pago de la cantidad estipulada tiene dos variantes, según apuntan diversos medios estadounidenses. Por un lado, se debe abonar 525 millones de euros en concepto de daños y, por otro lado, a pagar un porcentaje de los royalties obtenidos con las ventas del fármaco.
Aunque los responsables de la batalla legal son las dos grandes farmacéuticas, los protagonistas de la historia son otros. La compañía que según el fallo del tribunal violó la patente es Kite Pharma, desarrolladora de la CAR-T que fue adquirida por Gilead en 2017 por unos 10.000 millones de euros. Por otro lado, los laboratorios Juno, propiedad de BMS, son los dueños de la patente, que además la habían licenciado al centro de investigación Memorial Sloan Kettering de Nueva York. En el fallo judicial, el tribunal norteamericano considera que la patente violada es una que hace referencia a los procesos utilizados para codificar las células T.
Ambas compañías se han limitado a emitir un comunicado como consecuencia de la decisión de la justicia norteamericana. Desde Gilead se asegura que se mantienen "firmes en la opinión de que la patente no se ha infringido". Además, añaden que "Kite desarrolló Yescarta de forma independiente y asumió todo el riesgo en su descubrimiento y desarrollo", por lo que no creen que "el Sloan Kettering y Juno tengan derecho a ningún nivel de daños". Por su parte, desde Bristol-Myers Squibb se comprometen "a defender su propiedad intelectual y la de sus socios de investigación y a proteger los incentivos que impulsan la innovadoción, incluida nuestra cartera de CAR-T".
En España hay dos tipos de estas terapias aprobadas por el Ministerio de Sanidad y que ya se pueden aplicar en una selección de centros autorizados dada la complejidad del proceso. Una de ellas es el medicamento de Gilead (Yescarta) y la otra es la de Novartis (Kimriah). El fallo judicial no tendrá ningún efecto sanitario para los pacientes españoles y solo afectaría a la compañía estadounidense.