Empresas y finanzas

Iberia se hace con Air Europa para defender su trono en América Latina

  • La aerolínea abre la puerta a ceder rutas y 'slots' para superar las investigaciones de Competencia
  • Ve una amenaza en la compra de Latam por parte de Delta y el interés de Air France en Globalia

Iberia ha comprado Air Europa por unos 1.000 millones de euros en efectivo para defender su posición en América Latina y hacer de Madrid un gran hub europeo, que le permita competir cara a cara con KLM, Air France o Lufthansa.

La compañía que preside Luis Gallego aceleró los contactos con la cúpula de Globalia tras ver amenazado su trono en América Latina por la compra del 20%de Latam por parte de Delta y el interés de Air France en hacerse con Air Europa, con la que ya había pactado crear una joint venture para potenciar su peso en el mercado americano y comer terreno a Iberia. Y es que, con la salida de Latam de Oneworld, Iberia e IAG pierden un importante aliado en la región para alimentar sus vuelos y llegar a más destinos desde España.

Así, la compra de la aerolínea ma-llorquina, que se cerró el domingo a las 5.30 horas y se negoció casi íntegramente en casa de Javier Hidalgo, en el secreto más absoluto, permite a Iberia ganar tamaño en Madrid, generar economías de escala, ganar eficiencia e impulsar una red de rutas entre Europa y América Latina, gracias a que dispondrá "de más conectividad y masa crítica para abrir nuevas rutas y crecer en mercados donde ahora tiene poca presencia", explica la compañía en una nota de prensa.

Además, con esta operación, Iberia dejaría de tener que competir con los gigantes europeos (Lufthansa, Air France, KLM), con la desventaja que supone tener un competidor directo en tu propia casa (Barajas), algo que ninguna de las tradicionales aerolíneas de bandera tiene en sus respectivos países.

A su vez, la incorporación de Air Europa a la familia de aerolíneas de IAG, a través de Iberia, abre la puerta del mercado local brasileño al holding angloespañol. Y es que, la firma que todavía dirige Javier Hidalgo recibió el pasado mes de mayo una autorización del Gobierno brasileño para operar vuelos domésticos en el país carioca y ya está trabajando en un plan de negocio para poner en marcha la operativa.

"Acceder al mercado doméstico brasileño permitirá al grupo crear un hub al otro lado del Atlántico, que le permitirá consolidar el tráfico en ambos sentidos. Le interesa tener un equilibrio y llenar los aviones también desde América... y Brasil es un mercado muy grande", asegura a este diario Pere Suau-Sánchez, profesor de Economía y Empresas en la Universitat Oberta de Cataluña.

Pendientes de competencia

El cierre definitivo de la adquisición, que se ha pactado en plena ola de quiebras en el sector aéreo, está pendiente del visto bueno de las autoridades de la Competencia. Todavía no está claro si la decisión recaerá sobre el organismo europeo, al incumbir a dos países (Reino Unido y España) o si le tocará al superregulador que dirige José María Marin Quemada, al ser una operación que afecta al mercado español. No en vano, la unión de ambas compañías llevará a Iberia a controlar el 57 por ciento del tráfico de pasajeros de Barajas y convierte a IAG en líder del tráfico entre Europa y América Latina.

Según explica Iberia, conseguir el respaldo de competencia puede demorar el cierre de la operación hasta julio de 2020. Pese a que la adquisición despierta ciertas dudas, por la fuerte concentración en el mercado español, fuentes cercanas a la operación están convencidos de que Competencia no frenará la integración, ya que la propuesta de Iberia contempla la renuncia a slots en algunas rutas en las que la suma de ambas compañías implique una posición de dominio y lastre la libre concurrencia de empresas. Y es que el regulador analiza las operaciones de concentración de aerolíneas por rutas, no por su presencia en los aeropuertos. Por ejemplo, en la línea que une Madrid y Colombia, Avianca tiene más de la mitad de la cuota de mercado, por lo que la unión no será un problema.

Por su parte, otras fuentes apuntan que se estaría estudiando la posibilidad de potenciar el negocio de corto radio en una de las compañías y el de largo radio en la otra, para hacer un negocio más complementario, que impulse la capilaridad de las de las aerolíneas y permita llegar a más destinos y llenar los aviones en el hub madrileño.

Aunque las partes confían en superar la fase de análisis sin problemas, IAG ha acordado pagar un break fee de 40 millones de euros a Air Europa en el caso de que no se obtengan las autorizaciones regulatorias pertinentes y que alguna de las partes decida resolver el acuerdo, informa IAG en un hecho relevante. Documento en el que también ha explicado que la adquisición se financiará con deuda externa, lo llevará a la deuda neta respecto al ebitda del holding a ser 0,3 veces mayor (cerró el tercer trimestre de 2019 en 1,2 veces). En este punto, fuentes cercanas al grupo explican que la operación va a costar más de los 1.000 millones de euros anunciados, puesto que se incluirá deuda de la aerolínea.

Pese a que la todavía aerolínea de la familia Hidalgo gana dinero y ha crecido mucho en los últimos años, su incorporación a IAG es una operación que le beneficia. Por un lado, permitirá a Air Europa beneficiarse de las economías de escala y de las ventajas de contar con el respaldo de un gran grupo para lograr sinergias y seguir creciendo en un entorno complicado, marcado por la consolidación del sector. A su vez, los Hidalgo consiguen una fuerte inyección de dinero para entrar en el mercado ferroviario, que tiene un gran potencial. Globalia forma parte del consorcio, liderado por Talgo, que ha presentado una oferta por el paquete C. Linklaters ha asesorado a Globalia en la operación, en la que también han participado KPMG, y Garrigues como asesor de Iberia.

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